Serotonina: Qué es, para qué sirve y cómo aumentarla
Actualizado el día 18 de mayo de 2023 por Alfredo Carpintero Angulo
La serotonina, un neurotransmisor que actúa en el cerebro, es fundamental para sobrellevar el estrés y la tensión de la vida cotidiana. Esta hormona está estrechamente relacionada con el apetito, el sentido del humor, el sueño, el ritmo cardíaco y la temperatura corporal.
Cuando existe una baja concentración de serotonina, lo que puede deberse a estrés excesivo o a una dieta inadecuada, es muy probable que cambie el estado de ánimo, además genera dificultad para dormir y problemas depresivos.
Es realmente muy importante entender mejor las funciones de la serotonina, los factores que causan su disminución y las medidas para aumentar sus niveles en el organismo, como se verá en este artículo.
¿Qué es la serotonina?
- Fórmula: C₁₀H₁₂N₂O
- Masa molar: 176,215 g/mol
- Punto de fusión: 167,7 °C
- Punto de ebullición: 416 °C
- Otros nombres: Serotonina (5-HT)
- Denominación de la IUPAC: 3-(2-aminoethyl)-1H-indol-5-ol, 5-Hydroxytryptamine
La serotonina es una hormona perteneciente al grupo de los neurotransmisores, cuyas funciones son el control emocional y la estabilidad del estado de ánimo. También se encarga de establecer comunicación entre las células nerviosas, por lo que está presente en los sistemas digestivo y cardiovascular, así como en las células de la sangre.
Su importancia en el organismo está dada por su capacidad de regular la síntesis de otros neurotransmisores, así como la actividad del sistema nervioso. Aunado a esto, puede modificar la fisiología de varios órganos y tejidos.
Esta se produce a partir de un aminoácido llamado triptófano y es sintetizada por las neuronas del sistema nervioso central. Por lo general, suele referirse a esta sustancia bioquímica como la partícula de la felicidad, aunque en realidad es mucho más que eso.
¿Qué funciones tiene la serotonina?
Entre las funciones más importantes de la serotonina se encuentran las siguientes:
- Controla la actividad del sistema nervioso. Su papel como neurotransmisor le permite intervenir en la forma en que las neuronas se comunican entre sí. Además, es esencial para la memoria y la concentración. Destaca su rol en la estabilidad emocional, ya que incide en las sensaciones de bienestar y en los sentimientos negativos.
- Influye en los ciclos de sueño y vigilia. Se encarga de estimular las regiones del cerebro asociadas al sueño. Los niveles de esta hormona varían en el día, de tal modo que, posibilita que se tenga energía para las actividades diarias y en la noche se sienta ganas de dormir.
- Fomenta el deseo sexual. Esta hormona influye en la libido. De acuerdo a como estén sus niveles en el organismo, se tendrá poco o mucho deseo sexual.
- Contribuye a la buena salud cardiovascular. Contribuye a mantener el corazón y los vasos sanguíneos en buen estado. Por otra parte, es vital para la cicatrización de heridas, pues ayuda a la vasoconstricción.
¿Qué puede causar la baja en los niveles de serotonina?
Por lo antes visto, la serotonina influye significativamente en diversas funciones del organismo. Debido a eso, hay que prestar mucha atención a sus niveles.
Algunas de las causas más frecuentes de que la serotonina pueda bajar son estas:
- Altos niveles de estrés. Un ritmo de vida frenético que genera ansiedad puede ocasionar la elevación de los niveles de cortisol, lo cual a su vez incide en el descenso de los niveles de serotonina.
- Mala nutrición. Cuando la alimentación no incluye alimentos ricos en triptófano, que es el aminoácido precursor de la serotonina y que el organismo no puede sintetizar por sí mismo, la consecuencia es la disminución de sus niveles.
- Falta de luz solar. Un grupo de investigadores pertenecientes al Baker Research Institute de Melbourne, Australia, midieron las concentraciones de serotonina en los conductos sanguíneos que irrigan el cerebro para determinar la relación entre la concentración de serotonina y las condiciones estacionales. Se determinó que la producción de serotonina era mínima durante el invierno, debido a la falta de luz solar.
- Cambios hormonales. Durante el embarazo, el parto, la menopausia y la menstruación, cuando los niveles de estrógenos y progesterona bajan, los niveles de serotonina también lo hacen.
Síntomas de la serotonina baja
Sin lugar a dudas, el déficit de la serotonina puede afectar el bienestar de la persona y su rendimiento físico y mental.
Hay que estar atentos a los siguientes síntomas:
- Cambios en el estado de ánimo, como tristeza, depresión, irritabilidad y agresividad.
- Baja autoestima.
- Trastornos de sueño.
- Dificultades para memorizar.
- Falta de deseo sexual.
- Cansancio.
- Alteración de la función intestinal.
- Dificultades en la regulación del apetito.
Es bueno aclarar, que cada uno de estos síntomas en sí mismo no indica que haya cambios en los niveles de serotonina en el cerebro. Más bien, debe consultarse a un especialista de la salud para que lo diagnostique y determine las medidas que se requieran.
¿Cómo aumentar los niveles de serotonina?
Algunos tratamientos sugeridos por los profesionales de la salud en casos de baja proporción de serotonina en el cerebro son estos:
- Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina. Se indican para aumentar los niveles extracelulares de serotonina. Algunos medicamentos que suelen recetarse son el citalopram, el escitalopram, la fluoxetina, la paroxetina y la sertralina.
- Empleo de suplementos nutricionales. La ingesta de complementos que contengan triptófano, magnesio, zinc y vitaminas B6, B12 y C pueden contribuir a mejorar la producción de serotonina.
Medidas adicionales para aumentar los niveles de serotonina en el cerebro
La Asociación de Especialistas en Prevención y Salud Laboral recomienda estas medidas para aumentar la cantidad de serotonina en el cerebro:
- Disminuir los niveles de estrés. Mantener un estilo de vida sano y equilibrado contribuye a que los niveles de estrés sean bajos y no ejerzan una influencia perjudicial sobre la serotonina.
- Consumir alimentos ricos en omega-3 y triptófano. Esto favorece la producción y regulación de este neurotransmisor. En este sentido, el consumo del pescado azul, carne de pavo y pollo, mariscos, aguacate, piñas, frutos secos, remolacha, zanahoria, apio, brócoli, chocolate negro y cereales integrales es de mucha utilidad.
- Realizar ejercicio físico y exponerse moderadamente al sol. Las actividades físicas facilitan el metabolismo de la serotonina. En cambio, la exposición a la luz solar aumenta la producción de vitamina D en el organismo, que también incide de forma positiva en la serotonina.
Está presente en distintas funciones del cuerpo humano y guarda mucha relación con las emociones, por eso merece que cuidemos sus niveles.
Bibliografía
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