Fluoxetina: Qué es, cuándo y cómo debemos tomarla
Actualizado el día 13 de marzo de 2024 por Alfredo Carpintero Angulo
En la actualidad, se tiene al alcance mucha información sobre las enfermedades mentales, siendo la depresión una de las más comunes. Gracias a los avances en la medicina, es posible tratar de manera adecuada a cada persona. Incluso se cuenta con varios tipos de fármacos, dentro de los cuales encontramos la fluoxetina.
¿Qué es la fluoxetina? ¿Para qué se usa este medicamento? ¿Hay algún riesgo en su consumo? Veamos las respuestas a continuación.
¿Qué es la fluoxetina?
- Masa molar: 309,33 g/mol
- Fórmula: C17H18F3NO
- Denominación de la IUPAC: N-methyl-3-phenyl-3-[4-(trifluoromethyl)phenoxy]propan-1-amine
- Número CAS: 54910-89-3
- Punto de fusión: 179 °C
- Nombre comercial: Prozac, Sarafem, Fontex
- Vida media: 1-3 días (agudo); 4-6 días (crónico); Metabolito activo Norfluoxetina 4-16 días (agudo y crónico)
La fluoxetina se conoce como un medicamento para tratar cuadros depresivos. Su efecto en el cuerpo no es inmediato, pero sí resulta muy efectivo para regular el funcionamiento del cerebro, así como de los neurotransmisores, consiguiendo que esta enfermedad disminuya.
Tiene varias diferencias con relación a los antidepresivos comunes. Por ejemplo, su efecto es capaz de durar más tiempo, llegando incluso a un mes. Además, como dato negativo, debido a la forma en cómo se procesa en el cuerpo, los efectos secundarios son más duraderos.
¿Cuándo tomar fluoxetina?
El uso de la fluoxetina está indicado principalmente en pacientes con depresión, sobre todo la denominada endógena. También se puede utilizar en personas con trastorno obsesivo compulsivo, TOC.
Dependiendo de la afección, y el grado que esta haya alcanzado, es posible administrar fluoxetina ante la presencia de pánico, bulimia o trastornos relacionados con la menstruación. Veamos algunos de estos en detalle.
En el caso de la depresión, solo se recomienda su uso cuando la gravedad de la enfermedad no es tan alta, debido a que el efecto de este medicamento puede tardar varios días en completarse. Cabe destacar que, si ya se hizo uso de otros medicamentos para esta enfermedad, pero el resultado no ha sido el esperado, también se puede utilizar fluoxetina.
Si la afección es TOC, únicamente se debe utilizar si se trata de pensamientos o acciones específicas repetitivas. También se puede usar en caso de pánico, lo que incluye tanto la presencia de estos ataques, como el temor intenso a que se presenten.
Siempre debe ser prescrita por un médico, quien tiene que evaluar primero al paciente para determinar si es necesaria la utilización de este fármaco o no. El buen resultado que provee se debe a que aumenta la cantidad de serotonina en el cuerpo, elemento vital para que todo el sistema nervioso trabaje de manera adecuada.
¿Cómo tomar fluoxetina?
Con la finalidad de sacar el máximo provecho a la fluoxetina, es importante tomar en consideración algunas recomendaciones. Estas son indicadas por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
Para empezar, se debe elegir la presentación más adecuada, la cual será determinada por el médico. Esta puede ser en tabletas, en líquido o en las novedosas cápsulas que liberan el medicamento directamente en el intestino. Dependiendo del objetivo que se busca, se deberá escoger la mejor alternativa.
El momento en el que será ingerido el medicamento también es clave para conseguir mejoría. El médico debe determinar si el consumo se hará una o dos veces al día, o como ocurre la mayoría de las veces con las cápsulas de acción retardada, una vez cada 7 días. Si se trata de una sola toma, esta se debe efectuar durante la mañana y, si son dos, la segunda sería después del mediodía.
Las cápsulas de acción retardada tienen un recubrimiento similar al de los protectores gástricos, por lo que resulta indispensable ingerirlas completas, sino, podrían liberar su contenido antes de llegar al intestino.
Precauciones al usar fluoxetina
La dosis siempre será definida por el médico, por lo que la ingesta se debe hacer siguiendo las recomendaciones de él. No hay que bajar ni subir la dosis, a menos que el doctor lo considere adecuado.
También se debe tener cuidado al combinar este medicamento con otros, debido a que algunos podrían generar una reacción tóxica severa. En el caso de otros fármacos, podrían disminuir su desempeño. Además, como su efecto tarda en verse, es necesario mantener bajo vigilancia a los pacientes, para evitar que atenten contra su vida.
Si la persona también requiere del uso de algún medicamento que afecte la fluoxetina, necesita esperar 1 mes y medio aproximadamente, desde la suspensión del consumo de fluoxetina, para iniciar el nuevo tratamiento.
Efectos secundarios y contraindicaciones de la fluoxetina
La Biblioteca Nacional de Medicina destaca algunos de los efectos más comunes que aparecen tras la ingesta de fluoxetina.
- Alteración del sueño. Esto se puede ver manifestado tanto en la presencia de insomnio como en la sensación de somnolencia durante el día.
- Dolor. Puede aparecer en la cabeza, en la faringe y en los músculos.
- Problemas estomacales. Entre ellos encontramos náuseas, vómitos y diarrea.
- Afecciones mentales. Paradójicamente, puede causar ansiedad, nerviosismo y TOC. Esto suele ocurrir cuando el tratamiento está comenzando.
Hay otros síntomas que pueden aparecer los primeros días, pero que se disipan rápidamente. De todas maneras, es necesario que se informe al médico de la presencia de estos, para evitar cualquier riesgo. Además, es necesario tener presente que algunas personas no deben hacer uso de este medicamento. Se trata de los siguientes grupos.
- Hipersensibles. Si una persona es alérgica a la fluoxetina, no debe hacer uso de ella, debido a que el riesgo es mayor a los posibles beneficios.
- Personas con problemas renales. Podría afectar aún más su condición física, agravando la enfermedad.
- Personas con problemas hepáticos. Ocurre lo mismo que con la insuficiencia renal.
- Niños. Debido al fuerte impacto que produce en el cuerpo, la ingesta de fluoxetina podría afectar el desarrollo y salud de los niños menores de 8 años.
De todas maneras, en el caso de algunas personas, podría ser que sí se pueda usar fluoxetina, pese a presentar afecciones hepáticas o renales. Esto deberá ser evaluado por el médico, quien se asegurará de que el paciente pueda procesar el restante del medicamento. Siempre se tomará en cuenta la relación riesgo-beneficio para tomar la decisión más conveniente.
La fluoxetina es un medicamento muy eficaz. Se deben tomar precauciones para que su uso sea positivo y siempre seguro para quien lo consume.
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