Aparato respiratorio: ¿Cómo es y cómo funciona?

Actualizado el día 28 de marzo de 2024 por Alfredo Carpintero Angulo

El aparato respiratorio es una estructura vital que nos permite obtener el oxígeno necesario para la vida y eliminar el dióxido de carbono. 

Comprender su anatomía y funcionamiento es esencial para valorar la importancia de su cuidado y mantener la salud pulmonar. Desde la nariz y la tráquea hasta los pequeños alvéolos pulmonares, cada parte desempeña un papel crucial. 

En esta entrada, analizaremos en detalle la complejidad y la eficiencia del aparato respiratorio, destacando su papel en el proceso respiratorio y promoviendo la comprensión de cómo mantenerlo en condiciones óptimas para un bienestar respiratorio general.

¿Cómo es el Aparato Respiratorio?

Las vías aéreas y los pulmones conforman lo que se conoce como aparato respiratorio. Este complejo sistema está conformado por órganos del tracto respiratorio superior y el inferior.

En el primero superior, va desde la nariz, la boca (faringe, Epiglotis) y la Laringe, en el que se encuentran las cuerdas vocales. Estos intervienen en la respiración y en la producción de sonido.

Con relación al tracto respiratorio inferior, está conformado por la tráquea, bronquios y sus ramificaciones en el interior de los pulmones, los bronquiolos.

Anatomía del aparato respiratorio

Conocer en detalles la anatomía del aparato respiratorio, permite entender su funcionamiento. En adelante, presentamos una descripción de las partes que conforman este fascinante sistema:

• Nariz. Este órgano es el principal punto de entrada del aire en el sistema respiratorio. Está revestido de una mucosa que ayuda a humedecer, calentar y filtrar el aire inhalado.
• Faringe. Es una estructura que conecta las cavidades nasal y oral con la laringe y el esófago. Además de ser un conducto para el paso del aire, también cumple funciones en la deglución.
• Laringe. Es conocida comúnmente como la «caja de la voz» debido a la presencia de las cuerdas vocales. También desempeña un papel crucial al proteger las vías respiratorias al cerrarse durante la deglución.
• Tráquea. Es un conducto formado por anillos de cartílago que transporta el aire desde la laringe hasta los pulmones. Está recubierta por células ciliadas que ayudan a eliminar el polvo y otras partículas del aire inhalado.
• Bronquios. El aparato respiratorio se divide en dos bronquios principales, uno que se dirige al pulmón izquierdo y otro al pulmón derecho. Estos bronquios se ramifican en bronquios más pequeños, conocidos como bronquiolos, que finalmente alcanzan los alvéolos.
• Pulmones. Los pulmones son los órganos principales del sistema respiratorio, responsables de la difusión de oxígeno desde el aire inhalado hacia la sangre y de la exhalación del dióxido de carbono.
• Alvéolos. Son diminutos sacos de aire en los pulmones donde tiene lugar el intercambio gaseoso entre el oxígeno y el dióxido de carbono en la sangre.

¿Cuáles son las funciones del aparato respiratorio?

El aparato respiratorio humano desempeña funciones vitales que permiten la captación de oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono, siendo esencial para la supervivencia y el mantenimiento de un adecuado equilibrio interno. 

A continuación, se detallan las principales funciones del sistema respiratorio, desde la ventilación pulmonar hasta el intercambio gaseoso en los alvéolos.

Ventilación pulmonar

La ventilación pulmonar es el proceso mediante el cual el aire es inhalado y exhalado por los pulmones. 

Durante la inspiración, el diafragma y los músculos intercostales se contraen, expandiendo la cavidad torácica y permitiendo la entrada de aire rico en oxígeno. En la exhalación, estos músculos se relajan, permitiendo la salida del aire rico en dióxido de carbono.

En este proceso el aire es inhalado por la nariz y la boca, y luego se desplaza por medio de la faringe, laringe y la tráquea hasta llegar a los pulmones.

Intercambio gaseoso en los alvéolos

En los alvéolos pulmonares, tiene lugar el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre el aire y la sangre. 

El oxígeno se difunde desde los alvéolos hacia los capilares sanguíneos, donde se combina con la hemoglobina para ser transportado a los tejidos. Simultáneamente, el dióxido de carbono se difunde desde la sangre hacia los alvéolos para ser exhalado.

Regulación del pH sanguíneo

El sistema respiratorio participa en la regulación del pH sanguíneo al controlar la eliminación de dióxido de carbono. 

El dióxido de carbono, al disolverse en el plasma sanguíneo, forma ácido carbónico, por lo que su eliminación a través de la respiración es crucial para mantener el equilibrio ácido-base en el organismo.

Sonidos

La voz con la que hablamos se da gracias al sistema respiratorio. Durante la exhalación, el aire sale de los pulmones y pasa por la laringe. En la laringe, los músculos mueven unos cartílagos que juntan las cuerdas vocales. 

Cuando las cuerdas se juntan, el aire que pasa entre ellas las hace vibrar y crea sonidos. La tensión de las cuerdas vocales determina la frecuencia de las vibraciones y, por lo tanto, la altura del sonido.

Filtración y humidificación del aire

La nariz y las vías respiratorias superiores participan en la filtración y humidificación del aire inhalado, lo que contribuye a proteger los pulmones de partículas nocivas e irritantes, así como a mantener las membranas mucosas de las vías respiratorias en condiciones óptimas para el intercambio gaseoso.

Identificación de olores

Otra de las fascinantes funciones de este complejo sistema es la identificación de olores. Resulta que, cuando se respira, el aire entra en la nariz y pasa por unas fibras olfatorias que están dentro de ella. 

Algunas sustancias químicas del aire se adhieren a los receptores de estas fibras y las activan. Esto envía una señal al cerebro a través de un nervio llamado nervio olfatorio. La señal viaja desde las fibras olfatorias hasta los bulbos olfatorios y luego al área olfatoria de la corteza cerebral. De esta forma, una persona puede percibir diferentes olores.

¿Cómo cuidar del sistema respiratorio?

Mantener un sistema respiratorio saludable es fundamental para la salud y el bienestar general. 

Los pulmones son el órgano principal del sistema respiratorio y su función es esencial para la vida, debido a que son los encargados de llevar oxígeno al cuerpo y eliminar el dióxido de carbono.

Estas son algunas medidas para cuidarlo:

• Dejar de fumar, debido a que es el causante de patologías graves como cáncer de pulmón o la bronquitis crónica.
• Evitar la contaminación del aire, lugares de muchas industrias o tráfico. 
• Hacer ejercicios. Esto ayuda a mantener un peso saludable, fortalece los músculos respiratorios y mejora la capacidad pulmonar.
• Dieta equilibrada. Esto protege a los pulmones de los daños causados por los radicales libres.

En definitiva, el sistema respiratorio es fundamental para la vida, por eso se deben cuidar los pulmones con un estilo de vida saludable y buenos hábitos.

Bibliografía

• UNIDAD 1: REVISIÓN DE LA ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA PULMONAR. https://www.cdc.gov/spanish/niosh/docs/2004-154c_sp/pdfs/2004-154c-ch1.pdf
• SISTEMA RESPIRATORIO: ANATOMÍA. https://www.infermeravirtual.com/files/media/file/97/Sistema%20respiratorio.pdf?1358605430
• Casan Clarà, Pere. (2013). Trabajo y salud respiratoria. Medicina y Seguridad del Trabajo, 59(233), 372-374. https://dx.doi.org/10.4321/S0465-546X2013000400001