Fibrinógeno Alto: Qué Es, Causas Y Valores Recomendados - Farmacia Angulo
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Fibrinógeno Alto

Fibrinógeno Alto: Qué es, causas y valores recomendados

Actualizado el día 13 de diciembre de 2023 por Alfredo Carpintero Angulo

El cuerpo humano posee muchos mecanismos que le permiten funcionar de la mejor manera. Uno de ellos está relacionado con la sangre y su condición. Gracias a él, es posible saber si la persona tiene alguna enfermedad, o el riesgo es alto, lo que contribuye a recibir la atención debida a tiempo. Se le conoce como fibrinógeno.

En este artículo nos centraremos en las razones que llevan a tener un número elevado de fibrinógenos, así como el tratamiento a seguir en cada caso.

¿Qué es el fibrinógeno alto?

Los fibrinógenos están relacionados directamente con el proceso de coagulación de la sangre, un mecanismo que permite evitar el sangrado en heridas o lesiones por demasiado tiempo. Su origen está en el hígado y contribuye a fortalecer el trabajo que realizan las plaquetas. Esa es la principal razón por la que el cuerpo produce más fibrinógenos de lo normal.

Ahora bien, su presencia es positiva, siempre y cuando todos los demás factores de coagulación se encuentren presentes. Es decir, que las plaquetas también eleven su número, y que el resto de los elementos que intervienen en la protección del cuerpo, cumplan a cabalidad su función.

Se pueden hacer estudios para determinar la cantidad de fibrinógenos en el cuerpo. Esto permite que el profesional de la salud note si hay un nivel elevado de los mismos. Además, el número de fibrinógenos ayuda a conocer la causa principal de este aumento. Si están por encima de lo que se considera normal, entonces se deben tomar las medidas necesarias para cuidar la salud.

¿Qué significa que una persona tenga el fibrinógeno alto?

El fibrinógeno es una proteína en la sangre que juega un papel crucial en la coagulación. Es el precursor de la fibrina, un componente clave en la formación de coágulos de sangre. Varios factores pueden alterar los niveles de fibrinógeno en el cuerpo de un paciente.

Entre los factores que pueden aumentar el fibrinógeno se encuentran la enfermedad hepática, el embarazo, el estrés, la inflamación y ciertas enfermedades crónicas como la diabetes o el cáncer. Estas condiciones pueden estimular al hígado para que produzca más fibrinógeno.

Por otro lado, condiciones que pueden disminuir los niveles de fibrinógeno incluyen trastornos hemorrágicos, como la enfermedad de Von Willebrand o la hemofilia. Además, ciertos medicamentos, como los utilizados para el tratamiento de la coagulación, pueden disminuir los niveles de fibrinógeno en la sangre.

Es importante señalar que la interacción entre el fibrinógeno y las plaquetas es esencial para la formación de coágulos sanguíneos. Si los niveles de fibrinógeno son demasiado altos o demasiado bajos, puede aumentar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos o hemorragias, respectivamente. Por tanto, es esencial monitorear y regular los niveles de fibrinógeno en los pacientes con condiciones de coagulación.

Causas del fibrinógeno alto

En ocasiones, el número de fibrinógenos se eleva, sin que haya una lesión visible. Hay diferentes razones para ello, las cuales examinaremos a continuación.

Enfermedades

Algunos padecimientos físicos pueden causar un aumento considerable de fibrinógenos, los cuales procuran proteger el organismo, o avisar sobre el problema. Dentro de los problemas de salud más graves encontramos infarto del miocardio, síndrome nefrótico, embolia pulmonar, leucemia, etc.

Fármacos

Muchos medicamentos también actúan sobre la condición de la sangre, pudiendo elevar el proceso de coagulación. Es de destacar que, cuando los fibrinógenos aumentan, la sangre puede coagularse mucho más rápido, al combinarse con las plaquetas y otros elementos que actúan en este proceso.

Los medicamentos que pueden influir en el organismo, aumentando la cantidad de fibrinógenos son el ácido acetilsalicílico, estrógenos, pastillas anticonceptivas y las xantinas. El médico que prescriba el uso de estos, debe analizar la condición del paciente con la finalidad de asegurarse de que no haya riesgo mayor para la persona.

Otras causas

También es posible padecer de un aumento considerable en los fibrinógenos al presentar inflamación en el cuerpo, llegar a la etapa de la menopausia, estar embarazada o tener sobrepeso. Todas estas situaciones alteran el funcionamiento de diferentes procesos en el organismo, aunque no todos son un riesgo para la salud.

Fibrinógeno alto: Valores recomendados 

Lo primero que debemos saber es la cantidad de fibrinógenos que el cuerpo, en condiciones normales, debe presentar. La Biblioteca Nacional de Medicina señala que en personas adultas la cantidad debe estar entre los 200 y 400 miligramos por decilitro. No obstante, puede haber algunas diferencias, especialmente en niños o bebés.

Estos pueden llegar a tener hasta 160 miligramos por decilitro, como mínimo. Y en el caso de los infantes, podrían llegar a presentar hasta la mitad de esa cantidad, sin que ello represente un problema para su salud. Si al realizar un examen se encuentran estos valores, entonces se dará por entendido que el cuerpo está en óptimas condiciones.

Valores altos

Dependiendo de la cantidad de fibrinógenos en el organismo, se puede determinar la razón de esta anomalía. En la siguiente lista podemos observar este punto en detalle.

  • Si supera los 400 mg/dl. Siempre y cuando no pase de 600 mg/dl, el médico podría considerar que es una situación anormal pero leve. Si no hay un problema físico visible, se puede optar por esperar unas semanas, y repetir el examen.
  • Si supera los 600 ml/dl. En este caso, y si no es mayor a los 700 miligramos por decilitro, existe la posibilidad de sufrir un ACV. El profesional de la salud debe analizar también la presión arterial y tomar las medidas para controlar la situación.
  • Si supera los 700 ml/dl. Esta es la situación de mayor riesgo para el paciente, debido a la posibilidad de que haya una elevada coagulación de la sangre, lo que podría causar problemas graves en la circulación de la sangre.

En cada uno de los casos, es necesaria la intervención de un médico profesional, quien analizará la condición física del paciente por completo. Esto permite descartar cualquier riesgo inminente para la salud. En consecuencia, determinará el tratamiento a seguir. Si el nivel es mayor a 700 miligramos por decilitro, lo mejor es dejar al paciente bajo observación.

Señales de fibrinógenos altos

Aunque los síntomas de fibrinógenos altos están más relacionados con el problema de salud que origina el aumento, hay algunas señales que podrían alertar al paciente, llevándolo a realizarse un examen para descartar o confirmar la presencia de algún padecimiento. Entre estas, podemos señalar las siguientes.

  • Sangrado. Es un llamado de atención en cualquier circunstancia, sobre todo si ocurre en las encías o la zona de la nariz. Lo mismo es aplicable cuando hay presencia de moretones, los cuales aparecen sin razón aparente.
  • Niveles de TP y TTP alterados. Estos exámenes de sangre permiten ver que tan rápido se puede coagular la sangre. Si los valores obtenidos no están dentro del rango normal, es mejor evaluar los fibrinógenos.
  • Problemas hereditarios. Si se tiene a un familiar con este problema, y además se le suma algunos de los factores antes mencionados, es necesaria la evaluación periódica del paciente.

En cualquier caso, los médicos tomarán en consideración estos factores, para luego determinar si es necesario realizar el examen, para saber si la persona tiene fibrinógenos altos.

Fibrinogeno derivado alto

El fibrinógeno derivado alto es una condición que se refiere a un aumento en el nivel de fibrinógeno en la sangre. El fibrinógeno es una proteína que el hígado produce y juega un papel importante en la coagulación de la sangre. Un nivel alto de esta proteína puede indicar un estado de inflamación en el cuerpo o un mayor riesgo de formación de coágulos sanguíneos, lo que puede llevar a condiciones graves como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

Existen varias causas que pueden llevar a un fibrinógeno derivado alto. Estas incluyen enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, infecciones, ciertos tipos de cáncer, enfermedades del hígado, así como el embarazo y el uso de ciertos medicamentos. Además, el fibrinógeno también puede aumentar en respuesta a situaciones de estrés, tanto físico como emocional.

Para diagnosticar el fibrinógeno derivado alto, se realiza un análisis de sangre. El médico puede ordenar este examen si sospecha que un paciente tiene una enfermedad que aumenta los niveles de fibrinógeno, o si el paciente tiene síntomas como dolor e hinchazón en las piernas, que pueden indicar la presencia de un coágulo sanguíneo.

Los valores recomendados de fibrinógeno en la sangre varían ligeramente dependiendo del laboratorio, pero generalmente, para un adulto, se considera normal un valor entre 200 y 400 mg/dL. Si el resultado del examen muestra un nivel de fibrinógeno superior a este rango, se considera alto y se necesitará un seguimiento médico para determinar la causa y el tratamiento adecuado.

El tratamiento para el fibrinógeno derivado alto se basa en tratar la causa subyacente que está provocando el aumento de esta proteína. Esto puede incluir el uso de medicamentos para controlar la inflamación, el tratamiento de infecciones o el cambio de medicamentos que pueden estar contribuyendo al aumento del fibrinógeno. También es importante mantener un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta balanceada y ejercicio regular, para ayudar a regular los niveles de fibrinógeno.

Fibrinógeno alto síntomas

El fibrinógeno alto puede no presentar síntomas específicos, pero su presencia está a menudo asociada con ciertas condiciones de salud. Es crucial entender que un nivel alto de fibrinógeno en sí mismo no causa síntomas; más bien, los síntomas son generalmente una indicación de la condición subyacente que está causando el aumento del fibrinógeno.

En algunos casos, las personas con fibrinógeno alto pueden experimentar signos de inflamación, como fiebre, enrojecimiento, calor o hinchazón. Estos síntomas pueden indicar la presencia de una infección o una enfermedad inflamatoria, ambas situaciones que pueden resultar en un aumento del fibrinógeno.

Además, si el fibrinógeno alto está relacionado con un estado de hipercoagulabilidad (aumento de la tendencia a formar coágulos sanguíneos), puede haber síntomas como dolor en las piernas, hinchazón y enrojecimiento, lo cual puede indicar la presencia de un coágulo sanguíneo. Estos síntomas requieren atención médica inmediata.

En casos extremos, el fibrinógeno alto puede ser un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares graves, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Los síntomas de estos trastornos pueden incluir dolor en el pecho, falta de aliento, debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo y dificultad para hablar.

Es importante destacar que el fibrinógeno alto no siempre es motivo de preocupación. En algunas situaciones, como durante el embarazo o después de una cirugía, puede ser normal tener niveles elevados de fibrinógeno. Sin embargo, si los niveles de fibrinógeno permanecen altos sin una razón clara, es importante investigar más a fondo para determinar la causa subyacente.

Bibliografía

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Farmacéutico. Número de colegiado: 1687. Mi formación académica incluye una Licenciatura en Farmacia, y estoy colegiado por el colegio Oficial de Farmacéuticos de Toledo, en colaboración con la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha. Además, amplié mis competencias con una Diplomatura en Nutrición Humana y Dietética. Poseo calificación profesional como técnico ortopédico y me he especializado en el campo de la nutrición aplicada al deporte.