Dislipemia o dislipidemia: Qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado el día 13 de marzo de 2024 por Alfredo Carpintero Angulo

Seguramente hemos escuchado expresiones en las que se asocia la sangre con la vida. Y hay mucho de razón en ellas. Gracias a la sangre, se puede llevar oxígeno a todas las partes del cuerpo. Pero, para que esto no se vea alterado, es fundamental que su condición sea la adecuada. De lo contrario, se podría padecer de enfermedades como la dislipemia.

¿Qué es la dislipemia? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Cuál es el mejor tratamiento a seguir? Veamos estos y otros detalles a continuación.

¿Qué es Dislipemia o Dislipidemia?

Lo primero que debemos saber sobre la dislipemia es que en algunos lugares también se le conoce como dislipidemia. Se trata de la misma afección, la cual consiste en la alteración de la sangre. Siendo más específicos, la cantidad de lípidos en la sangre supera las cantidades adecuadas, por lo que la salud se ve afectada.

De hecho, la dislipemia o dislipidemia puede ser la causa de muchas enfermedades graves, relacionadas con el sistema cardiovascular. El aumento considerable de colesterol, cuando se trata del considerado como malo, junto a la disminución del considerado como bueno, es la mayor muestra de que se está padeciendo esta afección.

Hay algunas enfermedades que fácilmente pueden dar origen a esta enfermedad. Entre ellas, la American Heart Association destaca la obesidad, aumento o disminución de la tensión arterial, la diabetes, etc.

Síntomas de la Dislipemia o Dislipidemia

Una vez que la cantidad de colesterol en el cuerpo sube más de lo debido, se presentan alteraciones en el cuerpo. Estos pueden variar su gravedad entre una persona u otra, pero por lo general son los siguientes.

• Exceso de grasa. No solo se trata del aumento de grasa, sino que esta suele aparecer en lugares poco comunes, como por ejemplo, los tendones.
• Dolor. Este se puede presentar en el estómago y las piernas, aumentando su intensidad con el paso de los días.
• Fatiga. Mientras mayor es la cantidad de grasa corporal, más fácil es que se agoten las energías del cuerpo. Es por eso que la fatiga se siente.

Diagnóstico de la Dislipemia o Dislipidemia  

Los síntomas de la dislipidemia son una de las maneras más eficaces para detectar su presencia. Es por esa razón que, en caso de padecer estos, sobre todo si se tiene más de uno a la vez, se debe acudir al médico. Allí se podrá salir de dudas definitivamente.

Una vez allí, el médico deberá efectuar las pruebas recomendadas para determinar si existe esta enfermedad. La mejor opción de todas es tomando una muestra de sangre, y evaluar la cantidad de colesterol presente en ella. Si la cantidad de este supera los 200 miligramos por decilitro, y los triglicéridos son mayores a 150 mg/dl, hay dislipemia.

Prevención de la Dislipemia o Dislipidemia 

Aunque es cierto que muchas enfermedades son imposibles de prevenir, siempre hay medidas que podemos tomar con la finalidad de reducir el riesgo de que aparezcan. En el caso de la Dislipemia o Dislipidemia podemos aplicar esto. A continuación mencionaremos algunas de las cosas que podemos hacer. La página oficial del Gobierno de Argentina señala algunas.

Comer bien

La alimentación es una de las mejores maneras de cuidar nuestra salud. Particularmente en lo relacionado con las grasas, se debe tener presente las cantidades límites recomendadas por los expertos nutricionistas. De esa forma se evitará contribuir en la acumulación excesiva de colesterol en el cuerpo.

La ingesta de vegetales es muy necesaria, especialmente aquellos que favorecen la eliminación de grasa. En caso de tener dudas en cuanto a qué alimentos comer, lo mejor que podemos hacer es consultar a un dietista, sobre todo porque la dieta permitida puede variar de una persona a otra.

Realizar ejercicios

Además de la alimentación, la actividad física influye de manera positiva en la reducción de la grasa corporal. De hecho, la gran mayoría de las personas que padecen dislipidemia no hacían ejercicio, o por lo menos no lo hacían de manera regular. Cabe destacar la recomendación de que, al momento de hacer ejercicios, la sesión supere la media hora de duración.

Cuidar el uso de medicamentos

Algunos fármacos también contribuyen al aumento de colesterol, o impiden la eliminación de este a través de los procesos naturales del cuerpo. Por lo tanto, la recomendación es no hacer uso de medicamentos a menos que un doctor calificado así lo indique. 

Evitar malos hábitos

Algunas costumbres resultan muy negativas para el nivel de colesterol en la sangre. Uno de los más dañinos es la ingesta de alcohol, sobre todo cuando se hace en exceso. Con la finalidad de cuidar la salud, y prevenir muchas enfermedades, se vuelve necesario evitar su consumo, o al menos limitar su consumo a cantidades pequeñas, y que estas no sean frecuentes.

Tratamiento de la Dislipemia o Dislipidemia

En caso de que la Dislipemia o Dislipidemia ya esté presente, es momento de tomar medidas aún más radicales, sobre todo por el riesgo para la salud que representa esta enfermedad. 

El uso de las estatinas es uno de los tratamientos más recomendados. Esto se debe a la rapidez y efectividad que tienen para reducir la grasa en el cuerpo, especialmente en la zona del sistema cardiovascular. Con todo, es un medicamento que solo consigue resultados positivos cuando la enfermedad está empezando o su intensidad es leve.

Hay otros medicamentos que ayudan a reducir la grasa de las arterias, por ejemplo los inhibidores de PCSK9. Pero es necesario destacar que, aunque su efectividad puede ser mucho mayor, únicamente pueden ser prescritos por un médico profesional, y luego de evaluar la condición física de la persona. 

Esto se debe a que sus efectos secundarios pueden tener consecuencias muy negativas al ser más intensos y más duraderos. Si la condición de salud del afectado no es buena, podría sufrir graves daños. Esto ocurre sobre todo en personas que tienen problemas en los riñones o el hígado, dificultando que el cuerpo se pueda deshacer del resto del fármaco.

La dislipidemia es una enfermedad que se puede controlar, e incluso eliminar, solo basta tomar las medidas adecuadas para conseguirlo.