Disnea: Causas, Diagnóstico Y Tratamientos - Farmacia Angulo
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Disnea: Causas, diagnóstico y tratamientos

Actualizado el día 13 de marzo de 2024 por Alfredo Carpintero Angulo

El cuerpo humano realiza diferentes procesos diariamente. En el caso de la respiración es uno de ellos. Respiramos de manera involuntaria e inconsciente, pero cuando tenemos disnea, , debemos atender el problema de inmediato.

¿Qué es la disnea? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Qué causa esta enfermedad? Veamos las respuestas así como el mejor tratamiento para controlarla en este artículo.

¿Qué es la disnea?

Al hablar de disnea nos referimos a la incapacidad de nuestro cuerpo para inhalar oxígeno. En otras palabras, es cuando se hace difícil respirar. Puede ser completa o parcial, por lo que si una persona logra respirar, pero siente problemas al hacerlo, es probable que padezca esta enfermedad.

Como señala la Clínica Universidad de Navarra, es una enfermedad que depende mucho de lo que siente la persona al momento de respirar. Por ello sugieren que ante cualquier señal de problemas relacionados, se consulte a su médico.

Causas de la disnea

Las causas de la disnea, sea leve o grave, puede variar de una persona a otra.

  • Actividad física. Puede ser que después de realizar algún ejercicio, incluso leve, sea casi imposible respirar. Esta situación guarda relación con la disnea ocasional.
  • Peso corporal. Quienes padecen de obesidad son más propensos a sufrir disnea. Esto se debe a que el cuerpo se ve mucho más exigido en varias de sus funciones.
  • Bajas temperaturas. Sobre todo sí se combina con la altura. A mayor altitud la temperatura es más baja, por lo que la respiración se afecta cada vez más.
  • Enfermedad pulmonar. Existen muchas afecciones que pueden interferir en el sistema respiratorio, como el asma, EPOC, neumonía, coronavirus, etc.

Hay que tener en cuenta que si el malestar dura mucho tiempo, una semana o más, entonces, probablemente, pueda tratarse de una enfermedad crónica. Entre las causas de esta afección encontramos la disfunción cardiaca, derrame pleural, asma y EPOC.

Se puede llegar a padecer de disnea si la persona se expone frecuentemente a altos niveles de estrés y ansiedad. De igual manera, las reacciones alérgicas pueden alterar el buen funcionamiento del aparato respiratorio y, dependiendo de su intensidad, algunas pueden requerir de la intervención de servicios médicos.

¿Cómo se diagnostica la disnea?

Existen muchas otras causas que llevan a padecer disnea, por lo que para determinar si una persona presenta esta enfermedad o no, es necesaria la intervención de un profesional de la salud. Él tendrá que realizar un estudio completo del paciente, siendo necesaria una entrevista en la que se revelarán detalles específicos del problema.

Luego, se pasará al examen físico, dando prioridad a algunos órganos, como el corazón y los pulmones. Dentro de los exámenes que se recomiendan realizar encontramos los siguientes, de acuerdo a la página oficial de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. 

  • Evaluación de la sangre. Se le dará prioridad al análisis de la condición de la circulación a través de las arterias.
  • Esfuerzo. Dado que el esfuerzo físico puede afectar la capacidad para respirar, es una de la evaluación que se debe tener presente.
  • Función pulmonar. Es necesario saber la condición de los pulmones y cómo están funcionando.
  • Evaluación del tórax. Para saber si la caja torácica está en las condiciones ideales, se puede hacer una tomografía o una radiografía.

Tratamientos para la disnea

En la mayoría de los casos, todos podemos tomar medidas para prevenir la aparición de la disnea. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos destaca algunas de ellas.

  • Dejar malos hábitos. El uso del tabaco puede afectar considerablemente los pulmones, por lo que debe dejarse. Deben tomar medidas similares los fumadores pasivos.
  • Adelgazar. Cuanto mayor sea la grasa presente en el cuerpo, más probabilidades hay de padecer disnea. Por eso se debe hacer un esfuerzo para bajar de peso.

Ahora bien, una vez que la enfermedad ya está presente, es necesario tomar otras medidas.

Tratamiento sintomático

Como hemos visto en este artículo, la disnea se puede originar por diversas causas, por lo que para disminuir su presencia, es necesario determinar primero cuál es su origen. Después, se puede hacer uso de medicamentos que eliminen el problema que está llevando a la persona a padecer disnea. Veamos cómo actuar ante algunos padecimientos.

  • Asma. Si la disnea es causada por esta enfermedad, entonces hará falta contar siempre con un inhalador, el cual facilite la recuperación de la capacidad para respirar.
  • Neumonía. Esta es causada por bacterias, por lo que el uso de fármacos con propiedades antibióticas puede eliminar la afección por completo.
  • Falta de oxígeno. En el caso de algunas personas, no logran inhalar por su cuenta el oxígeno que necesitan. En estos casos, se le puede suministrar este elemento gracias a la oxigenoterapia.

Existen otras maneras de tratar la enfermedad, sobre todo si el padecimiento se mantiene por mucho tiempo.

Técnicas de respiración

Aunque es muy probable que las personas con disnea siempre vayan a requerir la ayuda de alguien más, también es probable que en algún momento estén solas, así sea por periodos breves. Es por ese motivo que los médicos recomiendan aprender técnicas de respiración, esenciales para obtener el oxígeno necesario para vivir.

El laboratorio Dyspnea señala que esta es una de las mejores ayudas que se les pueden ofrecer a los pacientes. Por ejemplo, algunos recomiendan imaginar cómo es un bostezo, lo que ocasiona una reacción casi instantánea del cuerpo, llevando a bostezar y, al mismo tiempo, obtener oxígeno.

Ahora bien, recordamos que, antes de iniciar cualquier tratamiento, es fundamental evaluar al paciente. Una de las mejores maneras de hacerlo es teniendo en cuenta lo que señala el estudio Valoración del paciente con disnea. Escalas de medición. Este señala la forma de saber con exactitud el nivel de disnea que presenta la persona.

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Farmacéutico. Número de colegiado: 1687. Mi formación académica incluye una Licenciatura en Farmacia, y estoy colegiado por el colegio Oficial de Farmacéuticos de Toledo, en colaboración con la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha. Además, amplié mis competencias con una Diplomatura en Nutrición Humana y Dietética. Poseo calificación profesional como técnico ortopédico y me he especializado en el campo de la nutrición aplicada al deporte.