Alprazolam: ¿Qué es y para qué sirve?

Actualizado el día 13 de marzo de 2024 por Alfredo Carpintero Angulo

Luchar con el estrés de la vida diaria, con las tragedias personales y con las malas noticias que nos bombardean constantemente desde los medios de comunicación, definitivamente hacen mella en la salud mental y emocional. 

Por fortuna, la industria farmacéutica ha dado una mano para mitigar los graves problemas emocionales, que lamentablemente son una constante en la vida de millones de personas. Fármacos como el alprazolam vienen a salvar el día de los que luchan con la ansiedad y ataques de pánico.

Cuando hablamos del alprazolam nos referimos a un medicamento de uso controlado que se utiliza en casos específicos, por eso, será interesante conocer su utilidad y las medidas que deben adoptarse para emplearlo de forma correcta.

¿Qué es el alprazolam?

• Fórmula: C₁₇H₁₃ClN₄
• Masa molar: 308,765 g/mol
• Punto de ebullición: 509 °C
• Número CAS: 28981-97-7
• Nombre comercial: Xanax, Niravam, Trankimazin, Tafil
• Vida media: Liberación inmediata: 11.2 horas, Liberación prolongada: 10.7-15.8 horas​
• Metabolismo: Hepático, por CYP3A4

El alprazolam pertenece al grupo de los medicamentos llamados benzodiazepinas, que ayudan a disminuir la excitación anormal del cerebro. Esta sustancia activa es el componente de presentaciones comerciales, tales como el Trankimazin.

La agencia española del medicamento comenta que este producto se utiliza principalmente para tratar los trastornos de ansiedad y pánico. Por eso, se le designa por el término fármaco ansiolítico. Se tratoa de un medicamento psicotropo sujeto a prescripción médica.

Usos del alprazolam

La ansiedad se caracteriza por una preocupación excesiva, acompañada de temor persistente debido a situaciones particulares de la vida cotidiana. En cambio, los ataques de pánico se presentan con episodios súbitos e inesperados de miedo intenso y preocupación. 

Para estos dos trastornos, los especialistas de la salud mental, como los psiquiatras u otros médicos autorizados, pueden indicar alprazolam. También es útil para el tratamiento de distintos cuadros asociados con los síntomas de ansiedad.

A veces suele emplearse para la atención de algunos cuadros depresivos, el síndrome premenstrual y en presencia de la agorafobia, es decir, el miedo a los espacios abiertos.

¿Cómo se debe tomar el alprazolam?

El alprazolam se presenta en comprimidos de liberación prolongada, comprimidos  de desintegración oral y una solución concentrada para tomar por vía oral. 

Los comprimidos de desintegración oral se colocan inmediatamente sobre la lengua, y pueden tomarse con agua o sin ella.

Sucede algo diferente con la tableta de liberación prolongada, pues se indica su toma una vez al día, normalmente por la mañana. Hay que tragarlas enteras, sin masticarlas, triturarlas ni partirlas.

En cuanto al líquido concentrado, debe usarse solo el gotero que acompaña al producto, para poder succionar la cantidad prescrita para una dosis, la cual podrá tomarse directamente o acompañado de agua o zumo de naranja.

El efecto del alprazolam se inicia aproximadamente una hora después de su administración. Ahora bien, si se hace por vía sublingual es posible que su acción sea más rápida.

Cabe destacar que este medicamento es de uso controlado, por lo tanto, debe ser recetado por un psiquiatra o médico de atención primaria, no debe automedicarse, y a la vez no se puede aumentar ni disminuir su dosis o frecuencia.

Precauciones en el uso del alprazolam 

La sensatez debe guiar a una persona al momento de usar medicamentos y más aún si son de uso controlado. En el caso del alprazolam, puede causar dependencia física, que se experimenta con síntomas físicos desagradables, especialmente si se ingiere durante varios días o semanas.

Vale la pena recordar otras precauciones como estas:

• Mientras se usa este medicamento es preferible no manejar vehículos motorizados o realizar otras actividades peligrosas.
• No debe administrarse en pacientes con intoxicación etílica aguda, pacientes en coma y en shock.
• Hay que informar al médico si alguna vez se ha ingerido grandes cantidades de alcohol, si se usa o alguna vez se ha usado drogas ilícitas o se ha abusado de medicamentos. 
• Debe notificarse al médico si se tiene o se ha tenido alguna vez depresión u otra enfermedad mental.
• No se aconseja su empleo durante el primer trimestre del embarazo ni durante el resto del embarazo. En caso de estar con el tratamiento habría que valorar interrumpir el tratamiento.

Contraindicaciones e interacciones de alprazolam

Se ha determinado que el alprazolam puede aumentar el riesgo de problemas graves de respiración, y puede poner en peligro la vida, causar sedación o coma, si se emplea en combinación con determinados medicamentos. 

Está contraindicado en las siguientes condiciones:

• Casos de hipersensibilidad a las benzodiazepinas 
• Intoxicación alcohólica aguda 
• Coma 
• Epilepsia 
• Antecedentes de crisis convulsivas 
• Psicosis 
• Hipoxia cerebral 
• Edema cerebral 
• Hipercinesis

En el supuesto de usar este fármaco por padecer trastornos de pánico asociado con trastornos depresivos, debe ejercerse mucha cautela para no usarlo de forma simultánea con otros medicamentos psicotrópicos.

Por otra parte, aumenta los efectos depresores de las fenotiazinas, opioides, barbitúricos, alcohol y anestésicos generales. Mientras que, la cimetidina reduce su biotransformación y, por tanto, aumenta su concentración plasmática. Y se sabe que los antiácidos disminuyen su absorción.

Usar el alprazolam con cualquiera de los medicamentos antes descritos, puede ocasionar mareos inusuales, aturdimiento, somnolencia extrema, respiración difícil o lenta o baja capacidad de respuesta.

Efectos secundarios del alprazolam

Los síntomas que pueden aparecer después de una disminución rápida o la descontinuación abrupta de las benzodiazepinas, como el alprazolam, incluye disforia leve e insomnio, hasta calambres abdominales y musculares, vómitos, sudoración, temblor y convulsiones.

Entendiendo los riesgos que comporta su uso, es imprescindible ceñirse a las instrucciones médicas para el uso de este medicamento. De esta manera, se reduce la posibilidad de padecer síntomas indeseados.

Sin embargo, aún empleado en las dosis y frecuencia indicada por el médico, es probable que aparezcan efectos secundarios, tales como: 

• Efectos adversos frecuentes. Entre estos se pueden mencionar depresión, vértigo, confusión, desorientación, somnolencia, dificultad para concentrarse y alteraciones de la memoria. 
• Efectos secundarios poco frecuentes. Puede alistarse entre estos efectos menos frecuentes la amnesia, el dolor abdominal, fatiga, irritabilidad, agitación, trastornos de la libido e hiperactividad psicomotora.

Ciertamente, este fármaco representa una luz al final del túnel para quienes luchan con el rigor de la ansiedad, siempre y cuando se emplee correctamente.