
Agorafobia: Qué es, síntomas y tratamiento
Actualizado el día 22 de diciembre de 2023 por Alfredo Carpintero Angulo
Sentir miedo ante situaciones de riesgo es una sensación normal. De hecho, contribuye a mejorar nuestra capacidad defensiva o protectora. No obstante, existen enfermedades que alteran nuestra sensación de temor, llevando a sentirlo en ocasiones donde no existe riesgo alguno. Entre ellas resalta la agorafobia.
¿Qué es la agorafobia? ¿Cuáles son las causas que originan esta enfermedad? ¿Qué tratamientos se recomiendan ante ella? Veamos enseguida las respuestas.
¿Qué es la agorafobia?
La agorafobia está relacionada con el miedo a situaciones sobre las que se tiene poco o ningún control. No se trata de un ataque de pánico, aunque algunas personas suelen confundir ambas afecciones. Cuando una persona siente pánico, su cuerpo experimenta una sensación de temor tan grande que termina por presentar síntomas similares a un ataque cardiaco.
Pero, en el caso de la agorafobia, el miedo que se siente es por temor a esos ataques. A quien lo padece, le asusta exponerse a situaciones que lo lleven a sufrir ataques de pánico. Es por eso que prefieren no salir de sus hogares. La relación que existe entre el pánico y la agorafobia es que, por lo general, cuando una persona sufre de agorafobia suele haber padecido de ataques de pánico.
Síntomas de la agorafobia
La presencia de agorafobia, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, presenta varios síntomas relacionados con el temor. Por tal razón, la persona que padece esta enfermedad suele sentir miedo a estar sola, especialmente en lugares cerrados, como por ejemplo el transporte público.
Además, estar rodeado de personas desconocidas hace que el temor aumente, debido a que la agorafobia se agudiza por la sensación de que en cualquier momento se perderá la capacidad de controlarse. Esta es una de las principales razones por la que la dependencia a los demás forma parte de la enfermedad.
Como vemos, la agorafobia tiene mucho que ver con la mente de la persona, razón por la cual son frecuentes los sentimientos extraños. Por ejemplo, la persona suele pensar que no hay esperanza, que lo que está viviendo en ese momento, e incluso su cuerpo, no es real. La confusión forma parte de la vida del afectado.
En el peor de los casos, si la persona no logra controlar los síntomas que está sintiendo, puede ver afectada su condición física al sufrir dolor en la zona del abdomen, náuseas, vómitos y el aumento del ritmo cardiaco. A diferencia de los ataques de pánico, los síntomas de la agorafobia comienzan de forma leve pero luego se van intensificando, proceso que puede tomar muchas horas.
Causas de la agorafobia
La agorafobia es una enfermedad que no tiene una causa específica, al menos no ha sido determinada a través de los estudios realizados. Con todo, se ha podido descubrir que algunas circunstancias pueden dar pie para que este padecimiento aparezca.
Entre ellas resalta tener dentro de las experiencias vividas el haber sufrido un ataque de pánico. Esto aumenta el temor de padecer una vez más este problema. También influyen en esto la exposición frecuente a niveles altos de estrés, así como algún problema congénito.
Prevención de la agorafobia
Debido a que las causas de la agorafobia no son las mismas para cada persona, la prevención de esta enfermedad es un poco compleja. Pero sí hay algunas medidas que se pueden tomar para evitar que los síntomas que presenta se intensifiquen. Por ejemplo, el miedo aumenta si no se hace frente a una situación difícil, así que se puede intentar hacerlo hasta superarla.
Otra de las medidas es buscar la ayuda que se necesita, ya sea a través de amigos, familiares o incluso médicos expertos. Estos pueden ser justo lo que se necesita para disminuir los síntomas, sobre todo si aún no han llegado a la etapa más difícil.
Tratamiento de la agorafobia
El tratamiento para superar la agorafobia, sea cual sea su etapa, puede requerir de la combinación de dos elementos, la psicoterapia y los fármacos. Veamos cada uno en detalle.
Terapia
En cada una de las sesiones, el terapeuta intentará ayudar a aumentar la capacidad del paciente para valerse por sí mismo. Estas sesiones pueden incluir ensayos de cómo reaccionar ante determinadas circunstancias. Esto permitirá que se pueda tener mayor control sobre los pensamientos, en especial los negativos.
Dentro de la terapia se debe ayudar a la persona a reconocer cuales son los factores que le llevan a sentir miedo. De igual manera, se le deben dar las herramientas para superar estas causas de origen.
Fármacos
El uso de medicamentos para la agorafobia debe ser aprobado por un médico experto. Esto se debe a que primero debe haber una evaluación completa de la persona, a fin de determinar si el consumo de fármacos ofrece más beneficios que riesgos. De igual manera, la duración del tratamiento debe ser lo más corta posible. Estos son algunos de los más usados.
- Antidepresivos. Aunque no se trata de un problema depresivo, el efecto de estos fármacos puede ser muy eficaz debido a que afectan el funcionamiento del sistema nervioso.
- Ansiolíticos. Al igual que los antidepresivos, cumplen una función muy importante en eliminar la sensación de temor. Con todo, se debe tener precaución al usarlos.
Otros tratamientos
Cabe mencionar que algunos tratamientos naturales prometen eliminar el temor causado por la agorafobia, pero es necesario consultar a un médico experto sobre este tema, porque no todos ayudan de verdad. De hecho, es posible que cause otras afecciones a la salud, lo que podría empeorar aún más la condición de la persona.
Dentro de los tratamientos recomendados por los expertos encontramos los usados y publicados en el estudio Agorafobia en la infancia: A propósito de un caso. En este se destaca la forma en la que fue evaluado y tratado un niño a quienes los padres consideraban “muy nervioso”.
Luego de una entrevista y de efectuar los exámenes pertinentes, se comprobó que padecía esta enfermedad. El tratamiento usado incluyó medicamentos así como terapia. Todo esto con muy buenos resultados.
La agorafobia puede afectar mucho la vida de las personas. Pero es un padecimiento que se puede tratar y mejorar.
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