Meloxicam: ¿Qué es y para qué sirve?

Actualizado el día 12 de enero de 2024 por Alfredo Carpintero Angulo

Este medicamento se usa con éxito para tratar procesos inflamatorios causados por traumatismos leves o agudos. Su principio activo inhibe la enzima causante de la rigidez, la sensibilidad, el dolor, la fiebre y la inflamación.

La artritis reumatoide es una enfermedad que produce una inflamación crónica de la membrana sinovial, que da lugar a dolor, deformidad y dificultad para el movimiento, además causa daño a los cartílagos, los huesos, los ligamentos y los tendones.

Esta y otras enfermedades reumáticas tienen una baja frecuencia de curación espontánea y se controlan con un tratamiento adecuado, lo que incluye el uso de meloxicam, un antiinflamatorio empleado para tratar a adultos.

La alta incidencia de este tipo de enfermedades autoinmunes, que afectan tanto a hombres como mujeres, ha llevado a muchas personas a plantearse preguntas acerca de la efectividad del meloxicam, algunas de las cuales se responderán en este artículo.

¿Qué es el meloxicam?

• Fórmula: C₁₄H₁₃N₃O₄S₂
• Número CAS: 71125-38-7
• Nombre comercial: Mobic
• Metabolismo: hepático (CYP2C9 y 3A4-mediado)
• Vida media: 15 a 20 horas
• Biodisponibilidad: 89 %
• Cat. embarazo: en el tercer trimestre

El meloxicam es un derivado del ácido enólico, y pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos. Posee propiedades analgésicas y antipiréticas, por lo que suele utilizarse en el tratamiento del dolor y la inflamación asociados con artritis reumatoide, osteoartritis y artritis reumatoide juvenil poliarticular, puesto que reduce la degradación de los cartílagos y el deterioro de los huesos.

Los efectos que produce guarda relación con su capacidad para inhibir la síntesis de las prostaglandinas, así como la migración de leucocitos hacia el sitio de inflamación y la liberación de enzimas lisosomales, y es precisamente esto lo que le atribuye su carácter antiinflamatorio. 

Podría decirse que este fármaco forma parte de una generación de antiinflamatorios no esteroideos, que tiene la virtud de bloquear selectivamente las prostaglandinas COX-2, causantes del dolor y la inflamación, y a la vez evitar la aparición de efectos perjudiciales a nivel estomacal por las prostaglandinas COX-1

¿Qué usos se da al meloxicam?

En vista de sus características, muchos médicos lo recomiendan para combatir algunas enfermedades, tales como: 

• Osteoartritis. Alivia los síntomas asociados a esta forma de artritis, que se origina por una ruptura en el revestimiento de las articulaciones.
• Artritis reumatoide. Este tipo de artritis es causada por la inflamación del revestimiento de las articulaciones y afecta habitualmente las manos y pies, dando lugar a hinchazón y dolor.
• Artrosis. El meloxicam hace parte del tratamiento sintomático de corta duración de las crisis agudas de artrosis, una patología degenerativa de las articulaciones.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Stanford en California, Estados Unidos, reportó los resultados de un análisis de 28 ensayos clínicos, en los que se demostró que el meloxicam es muy eficaz y tiene menores índices de acontecimientos gastrointestinales adversos, en relación con otros antiinflamatorios. 

¿Cómo se administra el meloxicam?

El meloxicam se administra por vía oral y los comprimidos se deben tomar con agua u otros líquidos y con alimentos. A fin de prevenir eventos desagradables, este medicamento debe ser prescrito por un médico. 

Por lo general, la dosis recomendada de acuerdo a las enfermedades a tratar son estas:

• Crisis agudas de artrosis. La dosis habitual es 7,5 mg al día, y puede incrementarse a 15 mg diarios.
• Artritis reumatoide y espondilitis anquilosante. La dosis habitual es 15 mg al día, aunque el médico puede reducirla a 7,5 mg al día.

No debería excederse la dosis máxima recomendada de 15 mg diarios, para evitar el riesgo de reacciones adversas. Normalmente, el efecto terapéutico de este medicamento se produce entre 1 ó 2 horas después de su administración.

Precauciones al usar meloxicam 

Antes de comenzar tratamiento con meloxicam, debe informarse al médico si es alérgico al sorbitol, aspirina, ibuprofeno, naproxeno, u otros antiinflamatorios no esteroideos.

Si una mujer está embarazada, planea quedar embarazada o está con la lactancia, debe consultarlo al médico, porque el meloxicam puede dañar al feto y causar problemas con el parto, si se usa alrededor de las 20 semanas o más tarde durante el embarazo. 

Debido a que puede aumentar el riesgo de ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares fatales, es vital no usar este fármaco antes o después de tener una cirugía de puente, como un bypass o un aortocoronario con injerto. 

Al mismo tiempo, es fundamental que el paciente notifique si tiene o alguna vez ha tenido asma, pólipos nasales, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o hepática, antes de que el especialista de salud le prescriba este medicamento. 

Por último, si el paciente se someterá a una cirugía, incluso una cirugía dental, debe informar al profesional de salud que le atiende, que está tomando meloxicam.

Interacciones del meloxicam

La administración simultánea de otros antiinflamatorios no esteroideos, corticosteroides o de alcohol, aumenta el riesgo de efectos gastrointestinales. 

El meloxicam disminuye el efecto antihipertensivo de beta-bloqueadores, de los inhibidores de la ECA y de los bloqueadores del receptor a angiotensina II. Y, por otra parte, incrementa el efecto de los anticoagulantes. 

Efectos secundarios del Meloxicam

Los pacientes que emplean con frecuencia medicamentos antiinflamatorios no esteroides como el meloxicam, pueden tener mayores probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o una apoplejía. 

Este fármaco puede causar también úlceras y sangrado en el estómago o los intestinos, lo que puede presentarse de forma espontánea en cualquier momento durante el tratamiento, y con mayor frecuencia en adultos mayores y personas que lo usan por tiempo prolongado.

Entre los efectos secundarios más frecuentes que puede producir el meloxicam se encuentran los siguientes:

• Acidez de estómago
• Dolor abdominal 
• Diarrea 
• Náuseas 
• Vómitos 
• Cefaleas 
• Infección en las vías respiratorias superiores.

Efectos secundarios menos frecuentes del meloxicam

Aunque no sucede con regularidad, este medicamento también puede ocasionar otros síntomas severos, tales como:

• Edema 
• Estreñimiento 
• Mareos 
• Insomnio 
• Prurito 
• Hipertensión
• Infarto al miocardio 
• Anemia 
• Hepatitis 
• Reacciones anafilácticas.

Contar con antiinflamatorios como el meloxicam representa un alivio para pacientes que tienen que luchar a diario con las incapacitantes consecuencias de las enfermedades reumáticas. Su uso responsable puede mejorar de manera ostensible su calidad de vida.