Sífilis: ¿Qué es? Síntomas, tratamientos y causas

Actualizado el día 13 de marzo de 2024 por Alfredo Carpintero Angulo

Según la Organización Americana de la Salud, la sífilis es una enfermedad de origen bacteriano, la cual puede afectar considerablemente la salud de una persona, debido a la posibilidad de influir negativamente en órganos como el cerebro o el corazón. De allí la importancia de conocer los detalles relacionados con este padecimiento.

En este artículo veremos de qué se trata la sífilis, cuáles son los síntomas que la acompañan, así como el mejor tratamiento a seguir en caso de padecerla.

¿Qué es la sífilis?

La sífilis es una enfermedad que se puede contraer a través de las relaciones sexuales. Se puede hacer presente en distintas partes del cuerpo, como la zona íntima o la boca, en forma de llagas. Además, su desenvolvimiento en el cuerpo se realiza por etapas, aunque en algunos casos no resulta de esta forma, alterando el orden de su aparición.

Es una afección totalmente contagiosa y peligrosa, la cual solo requiere del contacto de una persona con una de las llagas para también ser infectada. Esta enfermedad tiene la particularidad de que algunos de sus síntomas podrían aparecer muchos años después de haber sido infectado.

Síntomas de la sífilis

Los síntomas de la sífilis pueden variar dependiendo de la etapa en la que se encuentre la enfermedad. En este sentido, se puede dividir la sintomatología en las siguientes categorías.

Primaria

Durante este periodo, aparece lo que se conoce como llaga o chancro. Este puede encontrarse en cualquier lugar de la zona íntima, por lo que muchas veces resulta imposible verlo, sobre todo si está dentro de uno de los órganos sexuales. A esto le sumamos que dicha llaga no causa dolor, haciendo más difícil su detección.

Su presencia es indicio de que la persona padece la bacteria y esta tiene por lo menos 3 semanas desde que ingresó al cuerpo. Este periodo podría ser mucho mayor, debido a que algunas personas fueron infectadas muchos años atrás y es hasta ahora que se presenta el chancro. Aunque esta llaga puede sanar, esto no significa que la enfermedad ha sido eliminada del organismo.

Secundaria

En este periodo, el cuerpo experimenta una erupción que cubre todo el cuerpo. Es fácil determinar que se trata de un síntoma provocado por la sífilis, ya que dentro de las partes afectadas se pueden ver tanto las plantas de los pies como las palmas de las manos. A este síntoma se le suman verrugas tanto en la zona íntima como en la boca. 

En esta etapa, los síntomas se intensifican, llevando a padecer dolores en los músculos, fiebre, inflamación de la garganta, entre otros. En el caso de algunas personas, estos síntomas duran unos cuantos días y luego se van por completo, mientras que en otras regresan, repitiendo ese proceso por espacio de hasta un año.

Latente y terciaria

Estas etapas finales guardan relación directa, pues si una persona no es atendida de la manera adecuada al aparecer los síntomas antes mencionados, pasa al nivel de latente, lo que significa que la enfermedad está en su cuerpo, pero no muestra ningún síntoma hasta que es demasiado tarde, que es cuando pasa al último nivel.

Es allí cuando órganos como el cerebro, el corazón, los huesos y muchos otros se ven afectados por la bacteria, causando problemas muy graves de salud.

Causas de la sífilis

La sífilis se puede obtener de manera congénita. La madre padece la enfermedad y el niño ahora al nacer ya la posee. Ahora bien, la infección inicial de este padecimiento es responsabilidad de la bacteria conocida como treponema pallidum, la cual suele ingresar al cuerpo de una persona al entrar en contacto con alguien infectado. Esto sucede por lo general durante el acto sexual.

Dentro de las muchas causas que pueden llevar a una persona a contagiarse encontramos el realizar actividades sexuales sin el uso adecuado de protección, practicarlas con alguien del mismo sexo, especialmente si se trata de hombres y ser portador del virus VIH. 

Debido a esto, los expertos en medicina resaltan la importancia de extremar las precauciones, sobre todo tomando en consideración los síntomas graves que suelen acompañar esta enfermedad. Dentro de las recomendaciones más comunes, podemos destacar las siguientes:

• Evitar las relaciones sexuales. Esto pudiera parecer extremista, pero a menos que se cuente con la protección necesaria, no es buena idea realizar el acto sexual, máxime si no se sabe a ciencia cierta si la otra persona tiene la enfermedad, o si se cuida o no.
• Evitar las drogas. Aunque parezca no tener relación, cuando las personas hacen uso de las drogas, tienden a olvidar su seguridad personal, corriendo el riesgo de tener relaciones sexuales sin el debido cuidado.

Tratamiento para la sífilis

Ante las sospechas de sífilis, se pueden efectuar los estudios médicos correspondientes para confirmar o descartar su presencia. Estos se pueden hacer a través de la sangre o por el líquido cefalorraquídeo. En caso de que los resultados comprueben que la persona padece esta enfermedad, deberá seguir el tratamiento que mencionamos a continuación. 

Fármacos

Aunque los síntomas de la sífilis son graves, es posible evitarlos, siempre y cuando se detecte a tiempo. En estos casos, los médicos expertos recomiendan el uso de antibióticos, siendo la penicilina uno de los más efectivos. Su composición permite eliminar la bacteria por completo, acabando con la enfermedad.

Debido a que este tratamiento también se usa en las etapas avanzadas de la sífilis, debe ser un profesional de la salud quien determine la cantidad a usar así como la forma en la que será administrada. En el caso de las personas que no puedan recibir penicilina por alguna razón médica, pueden sustituirla por cualquier otro antibiótico, siempre regulado y aprobado por el médico.

Seguimiento

Una vez la persona ha recibido el tratamiento con fármacos, y debido a las características de la sífilis, deberá mantenerse en control constante con el médico, quien determinará cada cuanto tiempo se tienen que hacer estudios de la sangre, así como la manera de proceder de acuerdo con los resultados obtenidos en ellos.

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