Osteoporosis: Síntomas, diagnóstico y tratamiento

Actualizado el día 13 de marzo de 2024 por Alfredo Carpintero Angulo

Con el paso de los años se pierde masa ósea, lo que causa debilitamiento de los huesos. Las mujeres, durante la menopausia, son especialmente propensas a padecer de problemas de salud relacionados con este punto, al igual que los adultos de 70 años en adelante. Todos ellos podrían padecer osteoporosis, una enfermedad que tiene muchos efectos a largo plazo.

En este artículo analizaremos qué es la osteoporosis, sus síntomas, el diagnóstico y el tratamiento sugerido según el caso.

¿Qué es la osteoporosis?

La osteoporosis es una enfermedad que aparece cuando la densidad del tejido óseo disminuye, causando porosidad o espacios vacíos en el interior del hueso. Esto hace que sea más delgado y frágil, por lo que se pueden presentar fracturas frecuentes. El hueso sufre un desgaste llamado “reabsorción”, pero al mismo tiempo el cuerpo va formando tejido nuevo para reponer la pérdida, proceso que se conoce como “formación”.

El equilibrio de estos procesos se altera debido a algunos factores, ocasionando que se deje de formar tejido nuevo, que se aumente la reabsorción ósea, o ambas cosas al mismo tiempo. La buena salud de los huesos es importante para realizar prácticamente cualquier actividad física, pero la osteoporosis causa debilidad que poco a poco empuja a una vida sedentaria.

Además, presenta posibles riesgos implicados, como las fracturas, comúnmente en el fémur, caderas, muñecas o vértebras. 

Síntomas de la osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad lenta y silenciosa, la mayoría de las personas no tienen síntomas, sino hasta después que los huesos ya están bastante desgastados. Entre los posibles efectos que se pudieran presentar, la Biblioteca Nacional de Medicina resalta los siguientes.

• Dolor en la columna. En la osteoporosis se producen pequeñas fracturas que van efectuándose con el paso del tiempo. También puede surgir un aplastamiento vertebral.
• Pérdida de estatura. Los huesos no se encogen. Lo que ocurre es que, debido al desgaste, el hueso se vuelve más frágil y suele deformarse.
• Fracturas. Al no tener densidad, el hueso se vuelve frágil y se puede fracturar con facilidad. Cuando este problema es frecuente, es un claro indicio de debilidad ósea.

El tiempo que tarda una fractura en sanar puede variar mucho dependiendo de la edad y del estado de la enfermedad. Estas pueden llegar a ser graves si ocurren en un adulto mayor, porque sus huesos toman más tiempo en regenerarse.

Causas de la osteoporosis

La osteoporosis comienza cuando el hueso se descompone más rápido de lo que logra reponerse. Durante la juventud, los huesos nuevos se forman con más velocidad, siendo más rápidos que la descomposición que pueden tener. Esta ventaja se pierde con los años. Por ejemplo, a los 30, los huesos estarán lo más denso y fuertes que pueden, de allí en adelante el proceso se invierte.

Si durante la juventud se tuvo dificultad con la densidad ósea, el problema empeora al llegar a la edad adulta. A pesar de esto, hay cosas que pueden favorecer aún más el proceso de desgaste en los huesos más sanos. Veamos qué factores pueden llevar a padecer osteoporosis.

• Historial familiar. Una persona es propensa a padecer osteoporosis si sus padres sufrieron esa enfermedad, o si tuvieron fracturas de cadera alguna vez.
• Periodo postmenopáusico. Las mujeres durante la posmenopausia tienen posibilidades de presentar problemas relacionados con la osteoporosis, el cual se va agravando.
• La edad. Los adultos mayores llevan años perdiendo densidad ósea, por lo que son más propensos a padecer esta enfermedad.
• Piel blanca o descendencia asiática. La raza y el color de piel también influye en los factores determinantes. 
• Nivel de masa ósea. Un cuerpo delgado durante la juventud deja menos masa ósea de reserva para cuando se empiece a sufrir desgaste.
• Disminución de hormonas. Ciertas hormonas, como el estrógeno y la testosterona, influyen en la debilidad o fortaleza de los huesos.
• Problemas de tiroides. Niveles altos de la hormona tiroidea y una paratiroides hiperactiva influyen en el estado de los huesos, afectando negativamente su estado.
• Déficit nutricional. El cuerpo necesita absorber de los alimentos, calcio y otros minerales para el buen funcionamiento de los huesos. Cuando no cuenta con las cantidades suficientes, el organismo no es capaz de fortalecer la estructura ósea al máximo.
• Otras patologías y los tratamientos. Algunas enfermedades y sus tratamientos alteran el estado de los huesos. Los medicamentos anticonvulsivos y anticancerígenos, por ejemplo, disminuyen la fuerza de estos, haciendo más sencillo que se padezca de osteoporosis.

¿Cómo se diagnostica la osteoporosis?

La Sociedad Española de Reumatología afirma que no hay un criterio exacto para dar un diagnóstico. Se analizan los factores de riesgo, como edad, peso, antecedentes, patología, tabaquismo, y cualquier otro aspecto significativo que permita determinar si el paciente necesita o no una evaluación profunda.

Un examen que se puede realizar para medir la densidad ósea es la densitometría ósea. Este análisis indica la densidad mineral del paciente. Se efectúa mediante una máquina de rayos X de baja intensidad. Esta evaluación no causa dolor, y se puede llevar a cabo en alguna parte del cuerpo en específico, como la columna o la cadera.

Tratamiento para la osteoporosis

El tratamiento se determinará dependiendo del desgaste generado en los huesos. Si la pérdida ósea no es significativa, el método a seguir puede ser simplemente una dieta con más minerales esenciales, así como un cambio en el estilo de vida para evitar fracturas. Entre los medicamentos recetados para tratar la osteoporosis encontramos los bifosfonatos y el denosumab. 

Si el tratamiento antes mencionado ya no es una opción, se pueden utilizar procesos hormonales para aumentar los niveles de estrógeno o testosterona. Esto permite reducir los posibles riesgos de padecer osteoporosis.

En los casos de osteoporosis grave, se pueden recetar medicamentos como teriparatida, abaloparatida y romosozumab. Estos se emplean para estimular la formación de los huesos. Ahora bien, todos estos fármacos pueden generar efectos secundarios.

Por tal razón, lo más recomendable es la prevención mediante una dieta rica en calcio y vitamina D, así como la realización de ejercicio físico constante y de intensidad moderada. Además, es necesario evitar el abuso del alcohol y el uso del tabaco. Estas medidas ayudan a prevenir o tratar con éxito la osteoporosis.

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