Mononucleosis: Causas, Síntomas, Diagnóstico Y Tratamiento - Farmacia Angulo

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Mononucleosis: Causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Actualizado el día 13 de marzo de 2024 por Alfredo Carpintero Angulo

¿Puede un beso, esa expresión de amor tan sublime, causar algún problema de salud? Aunque cueste creerlo, sí puede representar un peligro, pues existe la mononucleosis, conocida también como enfermedad del beso o enfermedad de los enamorados.

Aunque la saliva es su principal medio de contagio, existen otras vías menos comunes por las que una persona podría contraerla. Felizmente, por lo general, no es un cuadro clínico grave y tiende a curarse en corto tiempo.

Sin embargo, para tener un panorama general de lo que es la mononucleosis, a continuación conoceremos sus causas, síntomas y tratamiento.

¿Qué es la mononucleosis? 

La mononucleosis es una enfermedad infecciosa producida por un virus de la familia de los herpes, conocido como virus de Epstein-Barr. Aunque puede ser causada por otros motivos.

Fundamentalmente, es frecuente en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Suele ser un proceso benigno, caracterizado por la aparición de fiebre, dolor de garganta y el aumento del tamaño de los ganglios, sobre todo en el cuello. Normalmente, estos síntomas desaparecen por sí mismos en un corto lapso de tiempo. 

¿Qué origina la mononucleosis?

La mononucleosis es provocada principalmente por una infección del virus de Epstein-Barr, el cual se transmite de una persona a otra, a través de las secreciones corporales. Por ejemplo, al besar a una persona infectada, se contagia la enfermedad por la saliva.

Así que para la infección se requiere contacto íntimo entre personas. El virus Epstein-Barr tiene un periodo de incubación de 40 días y en la saliva puede permanecer vivo por varias horas. 

Otros virus como el citomegalovirus pueden desencadenar esta enfermedad. Mientras que, otras vías de transmisión son las transfusiones sanguíneas, el intercambio de fluidos por contacto sexual, y en raros casos, por vía perinatal. 

¿Qué síntomas presenta la persona infectada de mononucleosis?

La sintomatología de la mononucleosis tiene elementos similares a un cuadro gripal. No obstante, tiene características clínicas específicas que facilitan su detección.  

Las manifestaciones más típicas de esta enfermedad son estas: 

  • Aumento del tamaño de los ganglios. En la mayoría de los casos se observa este síntoma. Los ganglios son grandes, de consistencia dura y sensibles al tacto. Suelen aparecer en el cuello, aunque también pueden observarse en la cervical, las axilas o la ingle.
  • Fiebre. El cuadro febril afecta al 90% de los afectados por la mononucleosis, y es, por lo general, la primera manifestación de esta enfermedad infecciosa.
  • Aumento en el tamaño del hígado y del bazo. Esta enfermedad produce una elevación transitoria de las enzimas hepáticas, así como inflamación del bazo.
  • Dolor de garganta. Generalmente, los pacientes afectados por mononucleosis presentan inflamación de amígdalas. 
  • Decaimiento general. Esta patología genera malestar general, cefaleas y dolores articulares.

¿Qué complicaciones puede provocar la mononucleosis?

Normalmente, la mononucleosis es una enfermedad benigna cuyos síntomas se curan gradualmente en cuestión de pocos días. Sin embargo, en ocasiones ha dado lugar a otros problemas de salud, tales como: 

  • Anemia hemolítica y trombocitopenia moderada.
  • Hepatitis leve.
  • Encefalitis.
  • Rotura esplénica.
  • Epiglotitis bacterianas graves.
  • Microhematuria y proteinuria. 
  • Alteraciones cardíacas.

¿Cómo se diagnostica la mononucleosis?

El diagnóstico de la mononucleosis se realiza a través de un análisis de sangre para detectar anticuerpos heterófilos asociados al virus de Epstein-Barr. A esta prueba se la conoce como Paul-Bunnell o monotest.

Entre los anticuerpos que evidencian la existencia de esta enfermedad infecciosa se encuentran las IgM, que son los primeros en aparecer tras la exposición al virus. También las IgG, que son producidos debido a la infección aguda.

Los datos clínicos que pondera el especialista de salud para el diagnóstico incluyen síntomas como la fiebre, linfadenopatías y esplenomegalia. Ahora bien, para determinar, sin lugar a dudas, la existencia de la mononucleosis, un estudio analítico debe establecer lo siguiente:

  • Aumento de los linfocitos.
  • Aumento de monocitos en la sangre.
  • Incremento de enzimas hepáticas.
  • Moderada elevación de las transaminasas.

Tratamiento de la mononucleosis

El tratamiento de la mononucleosis está enfocado básicamente en mitigar los síntomas. Aunque no existe un tratamiento farmacológico específico y eficaz para combatir los efectos de esta infección, los médicos acostumbran emplear medicamentos como estos:

  • Fármacos analgésicos y antipiréticos. Con ellos se atacan síntomas como la fiebre, dolor e inflamación. A este respecto, el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos, son los fármacos de elección.
  • Fórmulas antisépticas, anestésicas y antiinflamatorias de uso tópico. Estas sirven para aliviar las molestias de la zona orofaríngea.
  • Corticoides. Se emplea para tratar infecciones graves que cursan con dolor de garganta y fiebre elevada. Es útil si hay complicaciones neurológicas, obstrucción de vías respiratorias, anemia hemolítica aguda o afectación cardíaca grave.
  • Antibióticos. Su uso se circunscribe a los casos en los que exista una infección bacteriana comprobada, como la faringoamigdalitis exudativa.

Otras medidas no farmacológicas que son útiles en la fase aguda de la enfermedad son estas: ingesta abundante de líquidos y reposo para minimizar el riesgo de rotura del bazo, si este se ha inflamado. También el uso de enjuagues bucales y gargarismos con fórmulas que contengan antisépticos, antiinflamatorios y analgésicos, para aliviar los dolores de garganta al tragar.

¿Puede prevenirse la mononucleosis?

Generalmente en cuestión de un mes, el paciente puede reincorporarse a su vida normal, con el cuidado de no realizar actividades físicas muy exigentes si aún persiste la inflamación del bazo.

En cuanto a la prevención de la mononucleosis, la principal recomendación es evitar el contacto con secreciones de una persona infectada, con personas que sufren inmunodeficiencias, pacientes trasplantados o mujeres embarazadas.

Hay que evitar compartir cepillos dentales, lápices labiales, cubiertos, vasos y platos, recordando que primordialmente la vía de contagio de esta enfermedad es la saliva.

La mononucleosis o enfermedad del beso, así como llega, se va, sin dejar secuelas en la mayoría de los casos. Pero si conocemos su mecanismo de contagio es más probable que podamos evitar el contagio. 

Ahora bien, si ya la has contraído, no hay razón para temer, con asistencia médica y farmacéutica, pronto será una prueba superada.

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Farmacéutico. Número de colegiado: 1687. Mi formación académica incluye una Licenciatura en Farmacia, y estoy colegiado por el colegio Oficial de Farmacéuticos de Toledo, en colaboración con la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha. Además, amplié mis competencias con una Diplomatura en Nutrición Humana y Dietética. Poseo calificación profesional como técnico ortopédico y me he especializado en el campo de la nutrición aplicada al deporte.