Dislexia: Qué es, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Actualizado el día 18 de mayo de 2023 por Alfredo Carpintero Angulo

Dentro de los trastornos de aprendizaje, la dislexia es muy común. Científicos afirman que más del 10% de la población tiene este u otros problemas relacionados con la lectura. La buena noticia es que, si una persona adulta se entera de que tiene dislexia, puede encontrar ayuda para mejorar sus habilidades lectoras.

En este artículo analizaremos qué es la dislexia, los síntomas que la caracterizan, el diagnóstico y el tratamiento que se puede seguir.

¿Qué es la dislexia?

La dislexia es un problema de decodificación neurobiológico que hace que sea difícil aprender a leer. Esto es así debido a que el cerebro no conecta bien lo que ve con el sonido de las palabras. Hay varias áreas del cerebro que trabajan para un buen desarrollo del lenguaje, pero si estas áreas no se conectan y trabajan correctamente, el simple acto de leer puede resultar una tarea muy complicada.

Generalmente, este problema se termina descubriendo en la adultez. Que la persona no lea bien, no significa que no sepa leer, sino que le cuesta conectar por sí solo todos los elementos que necesita para una lectura fluida.  Cabe destacar que la dislexia no es un problema de intelecto, una persona con tal discapacidad para leer puede comprender perfectamente una información si lo lee alguien más. 

Síntomas de la dislexia

La dislexia no solo puede provocar problemas con el lenguaje, también puede causar problemas de comprensión, escritura, ortografía, matemáticas y hasta de conducta. Tomando en cuenta todo esto, los síntomas de este trastorno varían dependiendo del caso, analicemos algunos.

• Dificultad para decodificar las palabras. Esto representa una dificultad para asociar las palabras con sus sonidos. Esta confusión hace que la persona no tenga la capacidad de retener bien la información que está leyendo.
• Otras dificultades con el lenguaje. A medida que el niño va creciendo se muestran otros problemas como deficiencias en la escritura, la lectura fluida, la estructura de oraciones y la gramática.
• Conducta y manejo de las emociones. Una persona disléxica va a evitar en lo posible leer, sea en voz alta o en silencio, incluso cuando ya ha dominado la lectura básica. Si lo intenta, puede mostrar grandes niveles de incomodidad y frustración. 

Los síntomas pueden variar en el caso de los niños. Este trastorno no se hará muy notable hasta que el niño esté en la etapa escolar, cuando la lectura y escritura se convierten en el centro de atención.

• Niños pequeños. Pueden mostrar signos de dislexia cuando tardan en aprender a hablar, tienen problemas para formar palabras o confunden palabras parecidas, tienen problemas para nombrar letras, números y colores, o les cuesta aprender canciones infantiles.
• Niños en edad escolar. Los niños con dislexia pueden tener un nivel de lectura por debajo del que es común según su edad. Además, les cuesta diferenciar letras o palabras y, en algunos casos, incluso deletrear.

Leer y escribir van de la mano, por lo que, el no poder realizar correctamente estas actividades, les causa mucha frustración, problemas para manejar el estrés y puede desencadenar en dificultades para socializar. 

Los síntomas en los adultos son prácticamente los mismos que se presentan desde niños, pues este problema no tiene una cura total y absoluta.

• Adultos. Pueden presentar una lectura y escritura muy lenta y con errores, dificultad para resolver problemas matemáticos, incapacidad para aprender un idioma extranjero y mala pronunciación de nombres y palabras. 

Aunque la dislexia no se puede curar, siempre es posible reducir los efectos negativos que suele causar este padecimiento.

Causas y diagnóstico de la dislexia

No existe una causa exacta por la cual se desarrolla esta enfermedad. Sin embargo, los genes juegan un papel importante. Analicemos algunas posibilidades.

• Herencia familiar. Generalmente, más de un miembro de la familia tiene problemas de dislexia. Casi el 50% de los niños con dislexia la han heredado de alguno de sus padres, quienes también presentaron problemas de aprendizaje.
• El cerebro y el lenguaje. Varios elementos en el cerebro permiten la lectura, imágenes cerebrales han demostrado que en el de quienes tienen dislexia, estos elementos no trabajan como deberían. Tienen conexiones alteradas en dos áreas del hemisferio izquierdo que están asociadas con el lenguaje.

Tomando en cuenta que existen múltiples problemas con el aprendizaje, para diagnosticar la dislexia un médico puede combinar varias pruebas, entre las cuales encontramos analizar los antecedentes familiares para ver si tuvieron problemas de aprendizaje, realizar cuestionarios, efectuar evaluaciones académicas, psicológicas y hasta neurológicas.

Tratamiento para la dislexia

No existe un tratamiento que corrija la anomalía cerebral que causa la dislexia. Sin embargo, con un diagnóstico efectivo y temprano, se pueden sugerir alternativas educativas que ayuden al niño a mejorar sus habilidades.

• Técnicas educativas. Cuando el maestro está consciente del resultado de los análisis pertinentes, puede elaborar un programa didáctico personal que se adapte a las necesidades del niño.
• Especialista en la lectura. Un especialista en la lectura dicta tutorías para los niños. Ellos saben cuál es el mejor método de enseñanza según el caso. 
• Los padres. Ellos juegan un papel fundamental en la enseñanza de los niños. Si promueven la lectura y trabajan junto a su hijo, este se sentirá más motivado.
• En adultos. En el caso de los adultos existen academias para personas con ciertas discapacidades, en las que reciben un programa de capacitación, según su condición.

Aunque por los momentos no tiene una cura total, siempre hay maneras de mejorar la lectura y la capacidad de aprender. Con todo, es importante señalar que los resultados no se pueden comparar a quienes no presentan dislexia. Aun así, poniendo empeño y esforzándose al máximo, se pueden lograr grandes beneficios.

Bibliografía

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