Amigdalitis: Síntomas, Diagnóstico Y Tratamiento - Farmacia Angulo
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Amigdalitis: Síntomas, diagnóstico y tratamiento

Actualizado el día 27 de marzo de 2024 por Alfredo Carpintero Angulo

La amigdalitis es un padecimiento que afecta a miles de personas. Nada más en España, entre el año 2011 a 2021 se reportaron 549.830, según datos provistos por Statista.

Ahora bien, este padecimiento afecta especialmente en la edad infantil y es de tipo benigno, pero puede ser muy desagradable. De hecho, se presenta con fiebre alta y dificultad al tragar.

En este artículo, explicaremos los principales síntomas de la Amigdalitis, sus causas y por supuesto cómo se cura.

¿Qué es la Amigdalitis?

Para entender esta afección es necesario aclarar que las amígdalas son pequeños órganos o masas de tejido de forma ovalada ubicados en la parte superior de la garganta, los cuales son fundamentales en la defensa contra las bacterias.

Ahora bien, la amigdalitis es cuando se da una inflamación de las amígdalas ocasionada usualmente por infecciones virales o bacterianas.

Tipos de amigdalitis

Hay dos tipos de amigdalitis de acuerdo a la prolongación de la enfermedad o a la causa de la misma.

  • Amigdalitis Crónica. Se trata de una inflamación de las amígdalas que se prolonga durante más de seis meses. Se puede percibir un cambio en el tamaño de las anginas. Se le conoce como hipertrofia amigdalar o amigdalitis caseosa. No es común.
  • Amigdalitis aguda infecciosa. Este tipo de amigdalitis es la más común, y su sintomatología puede prolongarse entre una a dos semanas. Generalmente, la inflamación de las amígdalas palatinas suele ocurrir de forma aislada, es decir, no se repite en un lapso mayor a seis meses. Puede ser  vírica o bacteriana.

Causas de la Amigdalitis

La amigdalitis puede ser de tipo bacteriana o vírica. Con relación a la primera; bacteriana, no es común que ocurra en edades infantiles. En cambio, la vírica son las causantes del 60% de los cuadros clínicos.

Amigdalitis bacteriana

Cuando es de origen bacteriano se puede percibir fiebre muy alta, placas blancas y se inflaman los ganglios del cuello. 

Es causado por la bacteria Streptococcus pyogenes, también conocida como estreptococo del grupo A. Es altamente contagiosa y se transmite a través del contacto directo con secreciones nasales o de garganta de alguien infectado.

Amigdalitis vírica

La amigdalitis viral puede ser causada por una variedad de virus diferentes, como el virus de Epstein-Barr, el virus de la gripe, el adenovirus y otros. De hecho, sus síntomas pueden ser similares a los de un resfriado. Es fácilmente contagiosa, pero la fiebre no suele ser tan alta.

Factores de riesgo

Este padecimiento se puede presentar en cualquier persona y edad. Sin embargo, hay factores que aumentan el riesgo.

  • La edad. Este padecimiento afecta mayormente a los niños. La amigdalitis causada por bacterias es más común en niños de 5 a 15 años.
  • Exposición frecuente a gérmenes. Nuevamente, los niños son más proclives a esta afección, ya que en el entorno escolar están en contacto directo con sus compañeros y se exponen con mayor frecuencia a virus o bacterias, los cuales pueden causar amigdalitis.

Síntomas de la amigdalitis

Dependiendo del tipo de amigdalitis que se presente, los síntomas pueden variar ligeramente. En general, podemos señalar la siguiente sintomatología:

  • Amígdalas rojas e inflamadas
  • Dolor de garganta
  • Dificultad para comer o beber
  • Dolor al tragar
  • Mal aliento
  • Fiebre
  • Voz gangosa
  • Dolor de cabeza
  • Presencia de pus
  • Nódulos linfáticos inflamados en el cuello

En los niños muy pequeños se puede percibir babeo, dificultad para respirar, no querer comer. Es importante buscar ayuda profesional si estos síntomas persisten por más de dos días.

¿Cuándo consultar al médico?

La amigdalitis puede ocasionar problemas serios como apnea obstructiva del sueño, celulitis amigdalina (infección de los tejidos circundantes). Por lo tanto, a fin de evitar que la inflamación e infección avance a otras zonas cercanas a la garganta, es necesario consultar con un profesional de la salud.

Algunos síntomas que pueden significar una emergencia son:

  • Dolor de garganta y fiebre por más de dos días que no se alivia
  • Debilidad, fatiga o agitación extremas
  • Dificultad para respirar.

¿Cómo se diagnostica la amigdalitis?

El modo de diagnosticar la amigdalitis bacteriana generalmente implica realizar un hisopado de la garganta, seguido de pruebas de laboratorio para identificar la presencia de la bacteria estreptococo. 

Por otro lado, el diagnóstico de la amigdalitis viral más comúnmente se basa en los síntomas clínicos, la evaluación de la historia clínica del paciente y, en algunos casos, pruebas para detectar la presencia de ciertos virus, como el virus de Epstein-Barr, a través de análisis de sangre.

¿Qué tratamientos se emplean para la amigdalitis?

La distinción entre la amigdalitis bacteriana y viral es crucial, ya que el tratamiento difiere en gran medida.

  • Uso de antibióticos. Si la causa es bacteriana, se receta antibióticos como la penicilina o la Amoxicilina oral durante 8 a 10 días aproximadamente.
  • Analgésicos y reposo. La amigdalitis viral requiere en su mayoría cuidados de apoyo, como el reposo y la hidratación, ya que los antibióticos no son efectivos contra las infecciones virales. Se puede recomendar el uso de analgésicos como el ibuprofeno para bajar la fiebre y reducir el dolor.
  • Tratamiento quirúrgico. Este tratamiento se le conoce como  amigdalectomía, y es la extirpación de las amígdalas palatinas. Se recomienda esta solución en casos muy graves o en pacientes que padecen este problema en reiteradas ocasiones en un mismo año.

¿La amigdalitis se puede prevenir?

Afortunadamente, la amigdalitis se puede prevenir. Las medidas de prevención están relacionadas con la implementación de hábitos de higiene:

  • Los  gérmenes que causan las anginas son altamente contagiosas, por eso evita compartir vasos, alimentos o utensilios.
  • Lávate las manos con frecuencia.
  • Después de recibir un diagnóstico de amigdalitis, cambia el cepillo dental.

En conclusión, la amigdalitis es un padecimiento muy molesto, pero benigno. Si se atiende de forma adecuada, se puede experimentar una rápida recuperación. Las complicaciones son altamente raras o poco comunes. Si recibes un diagnóstico, te recomendamos mantenerte en casa, cubrirte la cara al toser y lavarse las manos con frecuencia, de este modo, se previene la propagación.

Bibliografía

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Farmacéutico. Número de colegiado: 1687. Mi formación académica incluye una Licenciatura en Farmacia, y estoy colegiado por el colegio Oficial de Farmacéuticos de Toledo, en colaboración con la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha. Además, amplié mis competencias con una Diplomatura en Nutrición Humana y Dietética. Poseo calificación profesional como técnico ortopédico y me he especializado en el campo de la nutrición aplicada al deporte.