Midazolam: ¿Qué es? Usos, precauciones y efectos secundarios

Actualizado el día 13 de marzo de 2024 por Alfredo Carpintero Angulo

En la actualidad, hay diversas maneras de tratar eficazmente los problemas de ansiedad. La clave es hacer uso de los medicamentos adecuados. Estos se eligen dependiendo la gravedad del problema de salud, así como la frecuencia con la que aparecen. Dentro de los fármacos utilizados, está el midazolam, uno de los más seguros y efectivos.

En este artículo veremos en detalle qué es el midazolam, cuál es la forma correcta de emplearlo y los efectos secundarios que podría causar.

¿Qué es midazolam?

• Nombre comercial: Dormicum
• Vida media: 2,2-6,8 horas
• Metabolismo: Hepático
• Fórmula: C₁₈H₁₃N₃ClF
• Biodisponibilidad: Oral ~36%; Intramuscular 90%+
• Excreción: Renal
• P. de ebullición: 159 °C (318 °F)

El midazolam pertenece al grupo de los medicamentos considerados como benzodiazepinas. En el caso particular de este fármaco, tiene un periodo de vida muy corto, además de que su efecto es prácticamente inmediato.

Su diseño se logró por primera vez en la década de los 70. Dentro de sus efectos encontramos la capacidad ansiolítica, relajante y sedante. Debe administrarse con mucho cuidado porque, si se emplea en cantidades muy altas, puede causar sedación a largo plazo y hasta la muerte.

Usos del midazolam

El midazolam, gracias a sus muchos efectos, se usa de diferentes maneras, dependiendo del objetivo que se quiere conseguir. Entre los motivos por los que se emplea, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios destaca los siguientes.

• Sedar. Esta puede ser de dos maneras. Para lograr que el paciente no sufra dolor durante una evaluación médica, o para reducir los síntomas de la ansiedad, se aplica una cantidad pequeña. Para sedar de manera prolongada, se administra una dosis más alta.
• Anestesiar. Se puede combinar con otros medicamentos para conseguir disminuir el dolor que cause algún procedimiento médico, siendo la endoscopia uno de los más frecuentes.
• Pre-medicar. Se utiliza con la finalidad de preparar el cuerpo para aceptar la anestesia que se le administrará luego.

Debido a los efectos que produce, es muy importante que siempre se emplee bajo la supervisión estricta de un médico profesional.

Precauciones al usar midazolam

Con la finalidad de reducir al máximo los riesgos de consumir midazolam, es necesario tomar en cuenta las siguientes recomendaciones.

Alergia

Si el paciente presenta alergia al midazolam, o alguno de sus componentes, es necesario que evite por completo su consumo. Con el objetivo de estar completamente seguros, se debe revisar el prospecto para saber su composición exacta.

Enfermedades presentes

Otro de los factores a considerar tiene que ver con los padecimientos físicos que tenga la persona. Estos deben ser informados al médico para que, tomando en consideración la información recibida, sepa si se puede hacer uso del midazolam en este caso.

Dentro de las más importantes a tomar en cuenta encontramos la apnea del sueño, la cual produce una alteración en la respiración del paciente, sobre todo durante la noche. O si se tiene debilidad muscular de manera regular.

Ingesta de alcohol

La combinación de alcohol con midazolam es totalmente contraproducente. De hecho, podría llevar a la muerte, en el peor de los casos. Por tal motivo, no se debe ingerir durante el tratamiento. Es responsabilidad del paciente y del médico utilizar este medicamento, solo si la persona puede ejercer control ante la bebida.

Embarazo

Tampoco es recomendable ingerir midazolam si la mujer está embarazada, debido al alto riesgo que supone para el bebé. Por eso, el doctor debe estar informado sobre los planes de embarazo, o la presencia del mismo. Esto le ayudará a decidir el mejor tratamiento a seguir, con o sin midazolam. Lo mismo es aplicable al periodo de lactancia.

Uso de drogas

En el caso de las drogas, ocurre algo muy similar que con el alcohol. No se deben usar por ningún motivo durante el tratamiento. De hecho, no se deberían emplear en ningún momento. La combinación con este fármaco puede ser letal.

Lugar de aplicación

Este punto tiene que ver con la seguridad del paciente. Únicamente se debe administrar en un centro de salud. Esto permitirá atender de mejor manera cualquier efecto secundario que aparezca al momento de colocar el midazolam.

Interacción con otros medicamentos

El médico tratante debe saber cuáles son los fármacos que el paciente utiliza y con qué objetivo. Esto se debe a que el midazolam, al combinarlo con otros productos, puede causar reacciones adversas, o alterar el funcionamiento de esta benzodiazepina.

Debido a que el profesional de la salud, antes de indicar el tratamiento a seguir, deberá evaluar por completo al paciente, puede que señalen otras recomendaciones. Es necesario que se sigan al pie de la letra.

Efectos secundarios del midazolam

La ingesta de midazolam trae consigo algunos efectos negativos. El médico y el paciente deben analizar el beneficio-riesgo siempre. Dentro de los síntomas que pueden aparecer, se encuentran los siguientes.

• Reacción alérgica. Los síntomas pueden variar de un paciente a otro, pero siempre habrá erupción en la piel, inflamación en garganta y boca y, en los casos más graves, dificultad para respirar.
• Paro cardíaco. Se manifiesta con dolor en la zona del pecho, además del cuello, hombro y brazo. Todo ocurre en el lado izquierdo del cuerpo.

Los mencionados son los efectos más graves que se pueden presentar, y que requieren con urgencia la intervención de un médico profesional. Sin embargo, muchas personas experimentan síntomas mucho más leves y de corta duración. Por ejemplo, los siguientes.

• Alergia leve. Esta solo incluye erupciones en la piel, así como inflamación en algunas zonas del cuerpo. No afecta la respiración.
• Alteración de los nervios. Puede causar que se aumente la ansiedad, se sienta una mayor irritación y hasta se padezcan cambios de humor repentinos, sobre todo relacionados con la ira.
• Problemas musculares. Es posible que el paciente no logre realizar movimientos de manera natural, o puede que realice movimientos involuntarios por largos periodos.

Ante la presencia de los síntomas antes mencionados, solo hace falta que el médico tratante esté al tanto de ellos. Dependiendo de la condición del paciente, el profesional de la salud determinará si es necesario modificar el tratamiento con midazolam, o si se debe continuar sin alterarlo. 

Bibliografía

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