¿Cuáles son las funciones de la lengua?

Actualizado el día 18 de mayo de 2023 por Alfredo Carpintero Angulo

La lengua es uno de los órganos vitales para el ser humano, con él se puede articular distintos fonemas, pero también ayuda a percibir los sabores de los alimentos, gracias a sus papilas gustativas. Además, dirige la comida dentro de la boca, contribuyendo a la masticación e interviniendo activamente en el proceso de deglución.

Este noble órgano interviene en varios procesos naturales de nuestro organismo. A su vez, incide en el disfrute de la vida.

En este artículo, explicaremos cuáles son las funciones de la lengua, y qué patologías pueden afectar su óptimo funcionamiento.

¿Por qué es importante la lengua?

La lengua siempre se ha asociado con la facultad del habla. Y, aunque es cierto que cuenta con esa función vital, podemos señalar que es importante para poder lograr una buena calidad de vida. De hecho, cuando se dan alteraciones en la misma, la calidad de vida disminuye, ocasionando molestias o incluso enfermedades. 

La lengua cumple con varias funciones. Más allá de las obvias, es decir, de la facultad del habla, podemos señalar otras que quizás pasen desapercibidas por muchas personas.

Ayuda a percibir sabores

La lengua es un órgano sensorial muy sensible. Por tanto, contribuye a percibir qué tipos de alimentos son aptos para el consumo. De este modo, nos protege de alimentos tóxicos o dañados.

La lengua cuenta con miles de papilas gustativas que son como “botones gustativos”. Gracias a ella se puede percibir 5 sabores: dulce, salado, amargo, ácido y el umami. En cada tipo de sabor intervienen distintos grupos de papilas gustativas, las cuales son: papilas caliciformes, fungiformes, filiformes y las papilas foliadas.

Es importante destacar que no todos los sabores se perciben en el mismo lugar de la lengua. Según estudios médicos se ha señalado que el sabor dulce y salado se percibe en la punta de la lengua, mientras que el amargo en la parte posterior. Con relación al ácido y umami, se perciben en los laterales de este órgano. Por cierto, para que el cerebro asocie los sabores interviene también el olfato.

La lengua tiene la facultad de percibir varios sabores al mismo tiempo. Esto contribuye al disfrute de la alimentación. Sin esta función, podríamos nutrirnos de los alimentos, pero sin ningún tipo de placer.

 Interviene en la deglución de alimentos

La lengua ayuda a comer. Por consiguiente, tiene funciones digestivas. Dirige los alimentos hacia los molares (muelas) a fin de que puedan triturarse. Este órgano cumple la función de transformar los trozos de comida en “bolos” para dar inicio al proceso de deglución.

Sin la lengua no se puede tragar. Por eso, es que este órgano contribuye a que se pueda lograr una buena nutrición.

Permite el lenguaje oral

La lengua produce distintos sonidos, esto se debe a los movimientos linguales o la posición que adquiere en la boca, los cuales hacen posible la succión (esencial en la alimentación de bebés) y la articulación de palabras. La lengua tiene funciones lingüísticas y sociales.

Este órgano cuenta con gran flexibilidad, por lo que en cuestión de micras de segundos puede cambiar su posición para realizar una secuencia inmediata de sonidos. Ayuda a socializar mediante el lenguaje hablado y cantar.

Hidratación bucal

Otra de las funciones de este noble órgano es la salivación bucal. Las glándulas sublinguales (que hay centenares debajo de la lengua), son las responsables de la hidratación en la boca. La saliva ayuda a que la comida se humedezca y sea más fácil de masticar y digerir.

Es importante destacar que, la saliva es un líquido que previene infecciones, de hecho, tiene propiedad cicatrizante, por lo que previene lesiones. Además, es un elemento que puede determinar el nivel de deshidratación.

Protege de gérmenes

La lengua posee una función de amígdala lingual, el cual posee el anillo linfático de Waldeyer o de las amígdalas. Defiende el cuerpo contra los gérmenes que pueden ingresar a la boca. Claro, en este proceso también intervienen las amígdalas palatinas y los adenoides.

Gracias a esta función, la lengua logra captar los agentes patógenos, ocasionando una respuesta del sistema inmune.

 ¿Qué patologías afectan directamente a la lengua?

Las funciones de la lengua pueden verse alteradas debido a ciertas anomalías o incluso el desarrollo de ciertas enfermedades. A continuación, indicaremos algunas patologías que pueden afectar la función de este órgano.

• Macroglosia. Es una patología congénita que puede ser ocasionada por trastornos como hipotiroidismo o el síndrome de Down. En ella la lengua suele ser más grande que lo normal, lo que dificulta el habla y otras funciones.
• Liquen plano oral. Se presentan lesiones blancas, llagas e inflamaciones en la superficie de la lengua.
• Leucoplasia. Son parches blancos que aparecen en la boca y del que no se conoce su causa. A pesar de ello, expertos han señalado que el tabaquismo, sea fumado o masticado, favorece el desarrollo de Leucoplasia.
• Candidiasis oral. Es causada por el hongo cándida. Las lesiones suelen verse como requesón. Se experimenta inflamación, ardor, lo que no permite tragar. Suele afectar a niños o pacientes con sistema inmunitario débil.

¿Cómo cuidar la lengua?

Tal como hemos señalado, este órgano cumple con varias funciones vitales. Por ese motivo, es necesario implementar buenos hábitos de higiene. Los expertos en la salud bucal señalan algunas recomendaciones esenciales para que la lengua esté sana y cumpla sus funciones.

• Lavar la lengua. Se debe utilizar limpiadores linguales a diario. De igual forma, conviene cepillarse la lengua después de cada comida principal.
• Colutorios. Se recomienda el uso de enjuagues bucales o colutorios con propiedades antisépticas y antibacterianas.
• Cambiar cepillos. Se deben cambiar los cepillos dentales cada tres meses, ya que en ellos se acumulan bacterias. Además, las cerdas pierden efectividad.
• Limpiar toda la zona de la lengua. Se debe dar atención a la zona lateral de la lengua en las rutinas de higiene lingual.

En conclusión, la lengua cumple varias funciones esenciales. Sin embargo, para que realmente pueda favorecer el óptimo funcionamiento de nuestro organismo, es necesario implementar buenos hábitos de higiene bucal.